Las opciones del 'Gran Timonel'
Tanto presumir de experto en la teoría de juegos y resulta que Mas comete un error de principiante consistente en dar muestras de debilidad en situaciones de máxima tensión negociadora. Pero el subconsciente hace cometer errores. A veces se ofrece la derrota como una forma de evasión psicológica. Eso es lo que le paso a Mas al ofrecer a sus rivales no ir en la candidatura 'única' de los secesionistas. Otros dirán que fue un ofrecimiento táctico mal medido. Viene a ser lo mismo. Hábilmente, Junqueras le ha tomado la palabra. Lista "civil" sin políticos. Y tras él, Òmnium, la CUP y hasta la ANC se han apuntado, a pesar de los esfuerzos de Sànchez por racionalizar el debate y salvar a Mas. La criada ha salido respondona.
¿Por qué hemos llegado a la situación de descontrol y confusión actual?
El nacionalismo no ha asimilado que el panorama político ha cambiado. Ya no tienen la iniciativa. En la calle se habla a favor o en contra de Colau, no de la independencia
La razón fundamental es que a Mas no le salen las cuentas. Quiere evitar el mal trago de perder otra veintena de diputados. Pero no se ha atrevido a enfrentarse a la "sociedad civil" y esperar a convocar las elecciones autonómicas hasta noviembre de 2016, que era lo sensato; aunque, a veces, como el miércoles, amenace con hacerlo para intentar hacerse valer. Mas necesita una buena excusa para no convocar. Por eso elogiaba que Rajoy no le hiciera el trabajo sucio al Molt Honorable convocando las generales el 27S y le diera la excusa perfecta para salir del embrollo en el que se ha metido por su mala cabeza.
El nacionalismo continúa con la inercia de hace un año. No ha asimilado que el panorama político ha cambiado. Que sus rivales no son un PP y un PSC en horas más que bajas. Ya no tienen la iniciativa. En la calle se habla a favor o en contra de Colau, no de la independencia. Podemos ha dado una alternativa a la izquierda, y UDC al centro derecha nacionalista de orden. Mas ha perdido el control de la situación.
Mas tiene tres opciones: La primera no convocar. Dimitir, ahora o dentro de unos meses, y pasar el timón a un Urkullu catalán para que recomponga la situación hasta noviembre de 2016. Es lo que debería de hacer si todavía tuviera un poco de patriotismo y de lealtad a sus militantes. Es lo que pasaría si CDC fuera un partido político que no hubiera aceptado sin inmutarse su inmolación. Claro que para eso no hacia falta romper con Unió.
La segunda, aceptar la lista civil sin políticos. Una forma de pasar el muerto a algún figurante y de dejar la nave al pairo. Propio de irresponsables. Me hubiera encantado ver las primarias que finalmente la ANC no aprobó. TV3 podría haber hecho un reality de gran audiencia mostrando las habilidades de los aspirantes. Sería formidable ver una lista encabezada por un entrenador de fútbol, un cantante, una monja o alguna militante de la sección femenina del movimiento nacional. La Cataluña cañí en su máximo esplendor. Lo descartaría pero el grado de desconexión con la realidad de la política catalana no permite descartar nada.
La tercera sería ir a las elecciones con una la lista del president, que compita con ERC y la CUP. Es lo que estaba previsto y quizás lo más probable. El Mesías, el gran activo que no está en activo según Rull, habrá consumado perder la mitad de sus escaños en cuatro años. Espectacular. El resultado de su liderazgo un parlamento fragmentado, un país ingobernable y su partido destruido.
No creo que Mas tenga tomada una decisión. La situación es muy fluida. Pero lo que hace unos días parecía descartado, la no convocatoria, vuelve a ganar opciones .