Pensamiento

Pitando al por mayor

5 junio, 2015 08:39

Se ha dicho y escrito hasta la saciedad de cómo hay que tratar a los silbidos, pitadas e insultos al himno nacional durante los partidos de fútbol y otros deportes.

¿Son los silbidos multitudinarios al himno español en un campo de fútbol una expresión individual de la opinión? No

Algunos dicen que este país es libre y cualquiera puede expresarse y dar su opinión. Esto es cierto. Hay otros que aducen que la libertad de expresión es un derecho de todos, pero no incluye un derecho al insulto. Cuando se pita el himno nacional se insulta a todos aquellos que se identifican con él y que se sienten españoles. También es cierto.

Cuando un grupo de manifestantes a las puertas del congreso gritan "no nos representan", ¿están opinando sobre el sistema democrático o sobre la totalidad de los políticos elegidos a través de las urnas? No lo sabemos, pero nos da igual. Lo que interesa a la democracia es saber si los manifestantes han pedido permiso para esta manifestación, los objetivos que pretenden, el recorrido, la fecha y la hora y los medios que utilizarán. En ningún caso se prohíbe la opinión de los manifestantes, aunque a la mayor parte de los mortales no les guste.

¿Qué pasa si se hace una manifestación sin permiso? Es muy sencillo, se multa a los que acuden (si se puede) y a los organizadores. En caso de que se insulte a los símbolos institucionales, creo que también hay una multa. Los jueces lo sabrán.

¿Son los silbidos multitudinarios al himno español en un campo de fútbol una expresión individual de la opinión? No. No lo es, porque es un acto perfectamente organizado, donde se reparten miles de silbatos entre los asistentes, se colocan estratégicamente en el campo y al mismo tiempo que se pita el himno español, se ondean banderas independentistas. Por tanto, se trata de una manifestación independentista realizada de forma oportunista, aprovechando una concentración de personas que se encuentran allí con objetivos ajenos a dicha manifestación.

Aparte de tener que aguantar el chaparrón por parte de algunos políticos y de deleitarse con sonrisas otros, tiene mucha importancia? No mucha, ya que el objetivo de la concentración, que era disfrutar del partido de fútbol, no se ha impedido. Aparte de considerarlos unos maleducados, lo único práctico que hay que hacer es considerar que se ha realizado una manifestación sin pedir el correspondiente permiso, y aplicar las multas que correspondan a los responsables y organizadores.

Si tengo que ser sincera, lo que me molesta más es que esto haya podido subvencionar indirectamente con dinero público y que los actos deportivos, en vez de servir para unirnos, sirvan de acicate a intereses partidistas. Así que: ¿Por qué no dejamos de complicarnos la vida con fundamentalismos ideológicos y nos ponemos a resolver los problemas de este país, que tiene más que suficientes para entretenernos a todos?.