Del pop a los top
Muchos saben que eso de la política ya es no es lo que era. Ahora hay muchos productos, muchos selfies, mucho sentimentalismo, muchas lecciones y mucho postureo. Ahora parece que eso de debatir programas, ideas razonadas, confrontación ideológica y eso que llamo política de contenido ya no está de moda. En aquello que algunos llaman la vieja política había políticos de Estado como Adolfo Suárez, Carillo, Fraga… eso era política de contenido. Pero los tiempos han cambiado. Claro que sí. Pero muchas veces se tiene la certeza más que la sensación porque así lo demuestra la historia española, que vamos dando bandazos sin tener un rumbo claro. Es verdad que durante aquel tiempo en que se practicaba la política de contenido o la política de Estado habían grandes acuerdos nacionales con un objetivo nacional. Un objetivo que iba mucho más a los complejos acuerdos de la gran mayoría de partidos, cosa que hoy parece complicado, era un objetivo social. Un objetivo marcado por toda la sociedad española. Hay ejemplos claros: La lucha antiterrorista, el modelo de Estado… Es cierto que necesitamos avanzar y estamos en una nuevo tiempo. Pero volver a empezar parece complicado. Es cierto que durante la época de la política de contenido se hicieron cosas mejorables, sí. Pero como todo en la vida. Ahora parece que lo nuevo siempre tiene que ser de por si, mejor. Y eso tiene goteras.
Ahora parece que eso de debatir programas, ideas razonadas, confrontación ideológica y eso que llamo política de contenido ya no está de moda
Con la credibilidad de los partidos por los suelos, muchos a causa de la crisis, se ha puesto de moda eso de fichar a economistas de cierto prestigio. Desde Ciudadanos han encargado al economista que pidió el rescate para España un programa económico. Así como el que encarga una pizza. Yo pensaba que esto de la nueva política iba por querer mejorar los errores cometidos en el pasado, pero parece que no. Parece que promete cometer de nuevos, sin coger la base y los aciertos del pasado. Garicano y su programa económico para Ciudadanos, que no es más que copiar el modelo de algún país nórdico, debería saber a estas alturas que los modelos no se pueden implantar en otros territorios sin tener en cuenta el país y las circunstancias propias de cada territorio donde se quieran llevar a cabo. Pero eso no es lo relevante. Lo relevante para Albert Rivera es la foto con Garicano que va a ir recorriendo España con él para querer decir “oiga que tenemos un programa serio con un economista mediático” algo que de por sí, sorprende. Quizá puedan coger a alguien para cada asunto: Educación, sanidad… lástima que no pueda eliminar de su partido eso de que anda falto de ideas propias (ya que las encarga, como las pizza cuando hay fútbol). No es más que eso de la política del postureo y del marketing sin tener realmente nada nuevo que ofrecer salvo como vender mejor un partido político.
Algo también han aprendido los de Podéis los amigos del partido de Pablemos y que ya lo demostró el mismo líder cuando acudió al programa de Ana Pastor. Muchas palabras y pocas ideas propias. El 90% vienen de las dictadura venezolana y bolivariana pero han encontrado un cómplice aquí en España para el tema económico. Siguen la moda de fichar economistas mediáticos. En este caso, a la cabeza va Vicenç Navarro. Economista que asesoró a países latinoamericanos, entre ellos a la dictadura cubana. Y destaca por ser un economista que va contra el mundo globalizado y la economía de mercado. No es otro que el economista “iluminado” que señalan colegas de su profesión.
En estos últimos días también hemos visto como Esperanza Aguirre anunciaba que el economista liberal Daniel Lacalle le iba a asesorar para bajar los impuestos en el ayuntamiento de Madrid. El mismo Lacalle defiende su teoría diciendo que “un liberal es el que defiende para el Estado lo que quiere para sí mismo y su familia. Libertad y oportunidad. Los intervencionistas piden para el Estado lo que jamás se atreverían a hacerle a sus hijos, endeudarse, gastar por encima de sus posibilidades y pasarle la factura a sus nietos. Un liberal es aquel que defiende un modelo de sociedad abierto, con bajos impuestos y meritocracia, que permite a las empresas y a las personas crecer y ser solidarios sin imponer el paternalismo asistencialista. Que incentiva el progreso económico desde la eficiencia y la libertad.” Estamos de forma clara ante un prestigioso economista que no solo tiene su teoría comprobada sino que también la defiende con la claridad que los ciudadanos demandan.
Ante todo ello, y con la convicción de que no creo que la política del postureo deba sustituir ni mucho menos a la política de contenido si no mejorar y perfeccionar, corregir los errores anteriormente cometidos. La política del contenido tenía en su momento aquello que muchos llamamos la política pop que no era más que en campaña electoral se elaboraba una canción que acompañaba al candidato durante todos sus mítines y sonaba en bucle. Ahora por lo visto hemos dejado un poco de lado el pop para adaptarnos a los economistas top.