Pensamiento
Cataluña no es Eslovenia
¡Otra vez! Ya va casi un cuarto de siglo en que nacionalistas catalanes comparan Cataluña con Eslovenia, y -directa o indirectamente- España con Yugoslavia, olvidándose de todas las diferencias, sobre todo de la principal: España es una democracia, Yugoslavia no lo era.
España es una democracia, Yugoslavia no lo era, pero los nacionalistas catalanes llevan un cuarto de siglo comparando Cataluña con Eslovenia
Un cuarto de siglo con el mismo rollo, y todavía siguen. Hace unos días, Jaume Clotet i Planas, periodista e historiador, comparó la coalición eslovena DEMOS con la lista unitaria de Artur Mas. Jaume Pi, en La Vanguardia, recogió el guante, afortunadamente para insistir en las diferencias, dejando sólo la similitud puramente mecánica de que unos partidos se unen por un objetivo común.
No obstante, el debate sigue coleando en las redes, y los especialistas ad hoc abundan. Echemos un vistazo a lo que era DEMOS, y por extensión Eslovenia, para dejar las cosas claras.
El nombre de DEMOS era un juego de palabras, al completo esta coalición de siete partidos se llamaba Demokratična opozicija Slovenije. La presidía mi padre, Joe Pučnik. No era una lista unitaria, sino una marca bajo la cual los partidos concurrieron por separado en las elecciones de 1990. Podemos entender lo que era DEMOS por su propio nombre: Oposición democrática de Eslovenia. Lo voy a explicar en el orden inverso de los elementos que ofrece este nombre, partiendo de su versión original en esloveno.
Primero, DEMOS era una coalición eslovena. En aquellos tiempos Eslovenia era aún parte de Yugoslavia, que hasta hacía poco era una dictadura comunista. Eran tiempos de transición, DEMOS se creó para participar en las primeras elecciones democráticas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La situación de Cataluña es, por supuesto, diferente.
Segundo, DEMOS era oposición. Era la alternativa a diversos partidos herederos del aparato comunista. La situación de CiU es, obviamente, diferente. CiU es y ha sido durante muchísimo tiempo el poder en Cataluña. En un artículo el año pasado comparé el nacionalismo con el comunismo, en cuanto uno y otro se infiltran a todas las esferas de la vida social y política. Ya ven, de la lección de DEMOS yo personalmente saco unas conclusiones totalmente contrarias a las de los nacionalistas catalanes. Como no podría ser de otra manera.
Tercero, DEMOS estaba por la democracia. Que hoy los nacionalistas catalanes tengan interés en subrayar que (también) era independentista es comprensible, pero triste. Lo primero que había que hacer después de 45 años de comunismo era llegar a la democracia. Con Milošević en el poder en Serbia, y el nacionalismo serbio usurpando la dirección de todo el Estado, esto significaba también optar por la independencia de Eslovenia. La historia les dio la razón en los años posteriores.
Democracia y Estado de derecho son dos conceptos que van juntos, los nacionalistas catalanes los quieren separar, y después se extrañan de que el ministro de Justicia les recuerde a Carl Schmitt
Parafraseando a Clinton: es la dictadura, estúpido. Dictadura que es antítesis de la democracia, pero que también significa la ausencia del Estado de derecho. Recuerdo que Artur Mas algún día en el Parlamento autonómico dijo sobre el tema del Estado de derecho que también las dictaduras tienen leyes. Este es el presidente que tenemos, un frívolo. Yugoslavia no era un Estado de derecho, y es por eso que mi padre fue dos veces condenado a prisión. Por disidente. Por haber escrito algo. Años más tarde me inculcó el valor de este principio, del Estado de derecho y, por supuesto, democrático. Democracia y Estado de derecho son dos conceptos que van juntos, los nacionalistas catalanes los quieren separar, y después se extrañan de que el ministro de Justicia les recuerde a Carl Schmitt.
El comunismo era también un sistema súmamente corrupto, y no bastó con abolir el comunismo, mucho menos bastó con la independencia para deshacerse de las redes y las prácticas corruptas. Hacía falta muchos esfuerzos y años, y aún hoy en día algunos problemas persisten. ¿Tengo que hacer explícita referencia a Cataluña en este punto?
Hay una última diferencia: al independizarse, Eslovenia garantizó las fronteras existentes. Ni una palabra de crear la Gran Eslovenia, y eso que hay minorías eslovenas en Austria. Y en Italia, donde vive mi hermano. Esto, señores, es Europa. El nacionalismo catalán tiene un fuerte elemento pancatalanista, y Jaume Clotet es uno de sus apologetas. Para él, los Países Catalanes son "mi patria". Antes periodista, hoy el señor Clotet es empleado no de su patria, sino sólo de la Generalidad de Cataluña. Press secretary of the Secretariat for Foreign and European Union Affairs - Catalan Government, así lo describe él, en inglés, en su cuenta Twitter.
Dicho esto, pienso que hay otra diferencia más entre Eslovenia y Cataluña. El odio étnico que supuran las palabras de Jaume Clotet está diametralmente opuesto a cómo se trata en Eslovenia a las minorías.
¿Quieren democracia y buena vecindad? El nacionalismo no me parece la vía adecuada para lograrlo.