Pensamiento

De elecciones, nada

18 noviembre, 2014 08:13

La encuesta que publicó La Razón el domingo abre un nuevo escenario político en Cataluña. Artur Mas, a la vista de estos datos, se cuidará muy mucho de adelantar las elecciones. Sería como abrir la Caja de Pandora porque el resultado será más que incierto. Lo que sí está claro es que el presidente de la Generalidad y CiU han dado una paliza de alto standing a su rival político en el mundo soberanista. ERC se las prometía muy felices. Ya se repartían la piel del oso antes de cazarlo. Sobre todo, Oriol Junqueras, se creía ungido por la voluntad divina y se dedicaba a repartir lecciones por doquier. Pues bien, ERC sabe ahora que no ganará las elecciones sin bajarse del autobús, que Mas le ha robado la cartera y le ha levantado la camisa.

Socialistas, Populares y Ciudadanos siguen faltos de un discurso que se pueda oponer a la épica soberanista

Sin embargo, CiU queda lejos de sus resultados anteriores porque sigue teniendo fugas. A sus homólogos y otrora aliados, los de ERC, y a la abstención. Sin embargo, el bloque no soberanista no se aprovecha de esta situación. Socialistas, Populares y Ciudadanos siguen faltos de un discurso que se pueda oponer a la épica soberanista. Los socialistas hacen sus escarceos con la reforma federal que, bien que mal, se va imponiendo en un PSOE convencido de que hay que reformar para evitar la ruptura que plantean, evidentemente, los nacionalistas pero también Podemos. Ciudadanos se ha aprovechado de la debilidad de PP y PSC y saca importantes réditos electorales pero tampoco tiene una alternativa sólida para hacer frente al soberanismo. Por su parte, el PP catalán es como un perro flaco. Todo son pulgas. La salida de la crisis es porfiar en el futuro para la mayoría de ciudadanos, los escándalos de corrupción lo tienen acorralado y la falta de propuesta política en el caso catalán, al margen del respeto a la legalidad, les tiene cohibidos ante los nacionalistas y maniatados en sus relaciones con la calle Génova.

Por si fuera poco, Podemos irrumpe con fuerza. Nadie sabe cuál es su líder en Cataluña, nadie sabe cuál es su programa y ni tan siquiera se sabe cuál es su posición sobre la independencia. De hecho, en Podem Cataluña hay un poquito de todo. Juntos ante lo que consideran el establishment, juntos en la crítica al sistema y escasas propuestas. Más bien ninguna. La entrada en el escenario electoral de Podemos es similar a la de un elefante en una cacharrería. Estruendosa y estrepitosa. El principal damnificado Iniciativa per Cataluña que ha consumado su divorcio con el movimiento obrero tradicional. Su peso específico se verá cercenado de forma exponencial y se quedará haciendo compañía a las CUP, que han pasado de ser la gran sorpresa a un mísero bluf.

Con este patio, insisto. De elecciones nada.