Pensamiento

Un país donde no te insulten en Twitter

10 octubre, 2014 08:54

Algunos periódicos y medios de comunicación van llenos, estos días, de propaganda pagada de la campaña "Ahora es el momento. Hagamos un país nuevo ". Hay periódicos y medios buenos y periódicos y medios malos para los responsables de decidir a qué se dedica este gasto, claro. Los anuncios, rubricados con el hastag # SíóSí, muestran frases de, se supone, ciudadanos normales que explican cómo debería ser Cataluña. "Un país con voz en el mundo", le atribuyen a Marta Guasch, una bisbalense de 26 años. "Un país donde se escuche la opinión de los ciudadanos", pide la barcelonesa Ester Gea, de 28. Otro barcelonés, Alfons Nonell, de 35 años, aspira a "Un país con escuela en catalán". Ramon Sánchez, un sabadellense de 46 años, quisiera vivir en "Un país sin corrupción ni recortes". Pere Borrell, a sus 62 años, pide, desde Martorelles, "Un país con una ley electoral con listas abiertas". "Un país donde todos seamos ciudadanos de primera", es el modelo de Roser Soldevila, de Collsuspina, que a sus 78 años debe de estar harta de vivir en una Cataluña con ciudadanos de categorías diferentes. La barcelonesa Mercè Espuny, de 43 años, quiere "Un país energéticamente responsable".

Un país donde la gente no tenga que cerrar las cuentas de twitter por contradecir a los que mandan

Es de suponer que ninguna de estas personas votará en próximos comicios a CiU o a ERC, los dos partidos que han gobernado los últimos años un país donde no se cumplen sus aspiraciones.

He echado de menos, sin embargo, una frase en esta campaña. Tendría que ver con los insultos que encajan en twitter y las redes sociales las personas que no comulgan con la línea independentista oficial o, simplemente, muestran sus dudas hacia esta opción.

La última víctima ha sido el catedrático de Ciencia Política Joaquim Brugué, que dimitió como miembro de la Comisión de Control de la consulta del 9 de noviembre porque consideraba que no tenía suficientes garantías democráticas. Después de 50 horas de ver como su cuenta de twitter se llenaba de pestes escribió en él: "Todos los que pensáis que soy un idiota, utilizado, distorsionado y manipulado; teneis razón ". Y cerró la cuenta.

La frase que yo añadiría a la campaña patriótica es: "Un país donde la gente no tenga que cerrar las cuentas de twitter por contradecir a los que mandan". Un poco largo, tal vez.