Pensamiento

Sueños de una noche de verano

1 agosto, 2014 11:18

Cada vez que aparece un informe del Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN) se tiene la sensación de que estamos ante una ópera bufa.

Los miembros del CATN en su esfuerzo por que su magna obra sea aceptada por los espectadores, recurren al ejercicio peligroso del reduccionismo económico. Piensan lo económico como ajeno a la actividad humana, sin vínculo con la realidad.
Este determinismo positivo que subyace en los escritos del CATN no aguanta un análisis crítico. Pensar que la independencia nos va a conducir a una Cataluña dónde reine la felicidad, la sencillez y la paz en un ambiente de comunión con la naturaleza es una ensoñación púber, si acaso propia de los primitivos románticos nacionalistas del siglo XVIII.

La parte positiva de estos informes, si la hay, es que muestra claramente que el prucés no terminará en esa Arcadia propuesta, en ese Sueño de una noche de verano

Necesariamente, hay que recordar que los movimientos nacionalistas surgieron como reacción al racionalismo y la Ilustración. La falta de sensatez en la elaboración de los informes del CATN no sería preocupante si tuviera como destinatario el público de esos festivales que en verano amenizan las noches ampurdanesas. El problema está en que se quieran utilizar para justificar una secesión.

Los motivos económicos son importantes, aunque no sean los únicos. Pero a diferencia de los sentimientos, los argumentos económicos son objetivables, pueden evaluarse. Y éste es un punto clave puesto que los informes del CATN, en lugar de argumentar, listan buenos deseos. Y los deseos son eso, simplemente wishful thinking.

El ejercicio proyectivo de los informes del CATN es hilarante para el común de los mortales y sería sonrojante para un tribunal cualificado. Estos informes son un espectáculo esperpéntico fruto del trabajo endogámico de unos autores que han perdido l’enteniment, y que pasan olímpicamente de las dramáticas consecuencias que tendrían sus cabòries arraujades.

La parte positiva de estos informes, si la hay, es que muestra claramente que el prucés no terminará en esa Arcadia propuesta, en ese Sueño de una noche de verano. Para poner gancho a las fabulaciones y mentiras descaradas de estos informes se dice que el prucés es un proyecto ilusionante. Efectivamente lo es: está basado en las más simples ilusiones. Son insultos a la inteligencia. Se acerca el fin del verano y la cosecha de las mieses: como al que se hacía llamar Molt Honorable, se acerca el tiempo en que a sus autores les pasarán factura sus despendoladas invenciones.

Los informes del CATN son, en fin, panfletos que se burlan de la ciudadanía. Si el prucés no hubiera hecho ya tanto daño a Cataluña, a la convivencia, entendimiento y bienestar de los catalanes, incluso nos podríamos echar unas risas.