Al detective Kurt Wallander le ha caído faena. Le han pedido que investigue las razones por las que Josep Antoni Duran Lleida ha dimitido como secretario general de CiU. En la intervención ante la prensa en la que comunicó su dimisión no convenció con sus explicaciones del porqué de ese abandono. Explicó cuales no eran las razones de su dimisión. Dijo que su renuncia a la secretaría general de CiU no tiene nada que ver con el "derecho a decidir" o la consulta prevista para el próximo 9 de noviembre. Duran aseguró que está de acuerdo con ambos.

Si no ha dimitido por las discrepancias con Artur Mas por esas cuestiones, como creía todo el mundo, ¿por qué lo ha hecho?

Si no ha dimitido por las discrepancias con Artur Mas por esas cuestiones, como creía todo el mundo, por qué lo ha hecho? Ni Wallander ni nadie se cree que la razón es la que adujo Duran: "En un momento determinado, Unió tenía menos personas que pudiesen asumir el cargo igual o mejor que yo y ahora tiene responsables que pueden asumirlo". No hay que ser un detective sueco para sospechar que aquí hay gato encerrado.

Y aquí es donde hace falta el investigador. Quizás facilitará su labor que Duran Lleida, en los próximos días, sea más claro sobre las verdaderas razones de su dimisión. Anunciarla vigilado por Artur Mas,Jordi Pujol y Xavier Trias no era sencillo.

Probablemente, Duran haya hecho sus números y calcule que pronto será el líder con más poder de los dos partidos que forman la coalición que ahora deja. Trias tiene los días contados como alcalde de Barcelona. Mas durará como presidente de la Generalitat lo que tarde en convocar elecciones autonómicas (plebiscitarias o no). Y él puede ser la salvación de la coalición si consigue sacar provecho de la función de bisagra que se prevé que hagan diversos grupos políticos en el futuro Congreso de los Diputados renovado.

Pero no adelantemos acontecimientos. Dejemos que el detective Wallander avance en su trabajo. Cadáveres políticos se encontrará muchos en el transcurso de sus pesquisas.

Permanezcan atentos a sus pantallas.