Hace años, cuando las cosas empezaron a torcerse, yo vaticiné que a mucho hipercatalán le daría por ponerse de culo a la realidad española (es decir, a la realidad) y por retirarse a una especie de exilio interior. Un mohíno desentenderse de las cosas que no les gustan, que son en su mayoría las asociadas a un Estado normal. Como hace tiempo que el Estado que hay no les gusta, y el que les gustaría, pues no existe, pues se hace como que no cuentan las leyes, la policía, el ejército…el sistema de pensiones sí, claro…y quizás Correos y el AVE y el aeropuerto del Prat…pero todo lo demás, uf.
Es una actitud infantil que sólo te puedes permitir desde el subdesarrollo político que da haber empalmado directamente el antifranquismo con el delirio. Haber pasado sin solución de continuidad de la España en blanco y negro del NODO, conocida de primera mano o de oídas (pasma el aplomo con que pontifica sobre el franquismo gente nacida en los años 80) a la España de Oriol Junqueras. Saltándose limpiamente todos los estratos y todos los matices intermedios.
Si tanto les disgusta cómo es España en la actualidad y en realidad, ¿por qué no se largan? ¿Por ejemplo a Suiza, donde parece que la familia Pujol conoce mucha gente?
Ciertamente esto no sería posible en Estados pongamos como la Rusia de Putin o incluso la Francia de Hollande, donde pobre de ti que saques los pies del plato nacional. Que te cae la Quinta República con todo su peso en toda la cabeza. Aquí tenemos Rey pero también toda la manga ancha del mundo. Da como cosa meter en cintura a alguien sólo porque quita una bandera legal para poner una ilegal, machaca derechos y dignidades lingüísticas o acosa o maltrata e insulta diputados a las puertas de sus sedes parlamentarias.
Por cierto, sobre este último tema, aunque sea con un ligero retraso (a veces prefiero dejar reposar las cosas...) me gustaría decir algo que se me ocurrió al conocer la absolución de esos gamberros. No me parece que lo que hicieron sea para mandarles de por vida a Guantánamo, pero…¿de rositas? ¿Tan frescos y tan panchos? Ya me perdonarán, pero si yo fuese una hipercatalanaza, una independentista de estelada y tentetieso, me habría puesto hecha una furia por semejante desprecio a la sede de la soberanía catalana, ¿o es que tienen alguna otra en mente? Pues si la independencia empieza tirando piedras contra la sede del propio Parlamento...
Pero en fin, volviendo al tema: un amigo me dice, oye, y todos estos catalanes que están tan descontentos, ¿por qué no se exilian? ¿Por qué no se van de España por la vía de cruzar la frontera? Esto se hacía mucho durante el franquismo, y quedaba además genial, de un glamuroso…tanto es así que el régimen retiraba pasaportes a mansalva para impedirlo…
Si tanto les disgusta cómo es España en la actualidad y en realidad, ¿por qué no se largan? ¿Por ejemplo a Suiza, donde parece que la familia Pujol conoce mucha gente? Países como Estados Unidos están llenos (bueno, vaciándose...) de gente que, si de verdad llega a la conclusión de que sinceramente es incapaz de resistir lo que más o menos ha votado la mayoría, pues optan por cambiar de aires.
Es que esto del exilio interior, a estas alturas, ya huele, ¿no?…