Frau Rahola sabe de chollos. Durante unos diez años se promocionaba como doble doctora. En aquella década hizo su meteórica carrera como comentarista, y los títulos falsos se convirtieron en plata. ¡Esto sí que es un chollo!
El chollo se le debería haber acabado al principio de este año cuando se descubrió el fraude de Rahola. Pero se ve que La Vanguardia no tiene mucha autoestima, siendo este periódico uno de los muchos engañados por ella.
Fijamente incrustada en la casa Godó, Frau Rahola usó este martes su habitual aparición en la 8TV de aquella empresa súper-subvencionada por el "govern dels millors" para cargar contra Societat Civil Catalana y otros.
Si de verdad fuera periodista, habría dedicado algún tiempo a los muchos miembros de la 'famiglia' Pujol
Quien tenga estómago puede ver a partir del minuto 9:25 que Frau Rahola tildó a unos compatriotas suyos de anticatalanes, diciendo que viven del "chollo" por serlo. El caso Alòs le debería haber enseñado que aquí nadie permite que le echen del pueblo por opinar. La consigna de Artur Mas sobre el prusés "escrupulosamente democrático" le vale poco, prefiere aprender de McCarthy.
Si de verdad fuera periodista, habría dedicado algún tiempo a los muchos miembros de la famiglia Pujol, de los que cada día queda más claro que son unos degenerados morales que, ellos sí, y su partido, "nos roban", como reza el sabido eslógan. Ridículos hombrecitos, pero eso sí, siempre envueltos en la bandera.
Como ya satirizó John Heartfield hace unos 80 años, el "me apoyan millones" se refiere a contantes y sonantes, que los aludidos nos quitan para pagarle el chollo a Frau Rahola, que los defiende, y muy bonito el bucle.
Estos impuestos también los pagamos los "anticatalanes", los "quintacolumnistas", los "traidores"... Non olet, debe pensar Frau Rahola. Que disfrute del chollo en la brisa vespertina de su querido Cadaqués todos los días que pueda, antes de caer en la cuenta de que, muy pronto, se le acabará.
Al final, ayer en RAC1, Frau Rahola retiró la expresión "anticatalán" de la única manera que sabe: mintiendo. "Yo no dije eso." Olé.