El pasado sábado 28 de junio saltó la noticia de que un joven ruso agredió a otro pasajero por el simple hecho de pertenecer a otra etnia. El racismo en pleno siglo XXI debería estar totalmente extinguido, no puede tener cabida en nuestra sociedad pero, por desgracia, sí la tiene y de qué manera. En Cataluña, más exactamente en Barcelona, ya tenemos, con este, dos casos claros de ataques racistas. El anterior sucedió hace unos años en los ferrocarriles de la Generalitat. En una grabación se puede observar que un chico pegaba e insultaba a una chica de manera estrepitosa por ser sudamericana. Y ahora nos encontramos con este nuevo caso de agresión en el que los amigos del agresor lo filman para luego colgarlo en las redes como un acto de valentía. Hechos así resultan vergonzosos y deben ser atajados de raíz.
En 2013, un militante de Ciudadanos fue brutalmente agredido cuando se dirigía a la manifestación convocada por "Som Catalunya. Somos España" con una camiseta en la que decía 'Orgulloso de ser español'
Lo que más sorprende de este hecho es que desde ciertos sectores de la prensa, en vez de condenar el acto, lo único que han hecho es buscar todo tipo de relaciones del joven que graba la agresión y del padre de este con el partido político Ciudadanos: que si es militante, que si tiene fotos con Albert Rivera y Jordi Cañas… En fin, buscar siempre tres pies al gato. Desde Ciudadanos ya se ha desmentido cualquier relación del individuo con el partido, ya que no consta registrado como militante y ni tan siquiera como simpatizante.
Y yo me pregunto, ¿no es racismo también el que se diga "putos españoles"? ¿O "putos catalanes" o "largaos de nuestro país"? ¿Acaso este tipo de expresiones no son muestras de racismo? Yo creo que sí. Quiero recordar dos de racismo, ambas sucedidos el 12 de Octubre. En 2013, un militante de Ciudadanos fue brutalmente agredido cuando se dirigía a la manifestación convocada por "Som Catalunya. Somos España" con una camiseta en la que decía 'Orgulloso de ser español'.
Un año antes, un padre y su hija fueron insultados y casi agredidos por llevar una bandera española. Menospreciar e insultar a unas personas que piensan diferente no puede ser tolerado. Dejemos que cada uno piense libremente lo que quiera, siempre y cuando no insulte o menosprecie a otras personas. Tan malo es el racismo agresivo transmitido en violencia física, que el racismo psicológico. Seguramente el segundo puede llegar a ser igual de terrible porque no es tan vistoso y dejara más secuelas en la persona que el otro.
En cualquier Estado de Derecho, como es el caso de España, el racismo debería estar totalmente enterrado y si en una cosa deberíamos cabalgar juntos todas las instituciones, partidos políticos y la sociedad civil es en contra del racismo, y con esto me refiero a cualquiera de sus variantes: ya sean ataques homófobos hacia el colectivo homosexual, o hacia personas de diferentes etnias y a las personas con una ideología diferente.
Los animales, por muy salvajes que sean, no se discriminan los unos a los otros por ser diferentes. Tomemos ejemplo de ellos y aprendamos a respetarnos de una vez por todas.