Pensamiento

Encuestas a lo Homs

7 abril, 2014 08:30

Aún resuena el eco de las carcajadas. Algunos aún recuerdan la cara de pasmo del director del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), Jordi Argelaguet, y la del consejero de Presidencia, Francesc Homs, cuando después de predecir el triunfo por goleada de Artur Mas en las últimas elecciones autonómicas los resultados desmintieron contundentemente esos pronósticos. La credibilidad del CEO se vino abajo, quedó herida de muerte. Luego llegaron los considerandos, las matizaciones y las justificaciones. Que si el voto de nuestro tiempo es volátil, que si los efectos de la crisis, que si la escasa credibilidad de los partidos políticos y de sus líderes, etc. Y, en un ejercicio de magnanimidad comprensiva más de uno relativizamos lo acontecido sin verbalizar -quizás por cortesía desmedida- esa sospecha que siempre llevamos dentro consistente en pensar que todo lo que pronostica, toca y dice el CEO se hace bajo la tutela partidista del consejero Francesc Homs. Es la reincidencia en el despropósito, es la falta de elegancia que gasta el titular de Presidencia con los servicios del CEO, lo que no cesa de generar desconfianza y sospecha de manipulación política e informativa.

A partir del momento en que este departamento de encuestas dejó de pertenecer a la consejería de Economía y pasó a Presidencia su destino y cometido servil estaba escrito. El CEO se ha convertido en un instrumento más al servicio de un proyecto político en el que el fin justifica los medios

Así, cuando Jordi Argelaguet, con el beneplácito de Francesc Homs, nos cuenta que el 73% de los catalanes han abrazado la fe independentista uno sospecha, de inmediato, que en esas cifras hay utilización torticera de los datos y poca solvencia científica. El tema roza el esperpento cuando uno se entera, también, que el estudio que ha utilizado el Gobierno autonómico para sustentar esa afirmación procede de un sondeo entre doscientos voluntarios que respondieron vía internet. Para más 'inri' el trabajo comentado lleva el pomposo nombre de 'Mesura de les identitats'. Por si ello fuera poco, y para completar el panorama, se sabe que la última encuesta –tipo ‘ómnibus’ en la jerga de los entendidos en sondeos- se realizó entre los días 4 y 17 de diciembre del 2013 y que el ejecutivo tarda ¡tres meses! en publicitarla. Pero eso no es todo amigos, si diseccionamos las preguntas de esos estudios podremos comprobar que están maquiavélicamente pensadas, que adolecen de rigor e incluso que inducen a responder lo que desea el Gobierno autonómico. Hay más aún: las muestras utilizadas por el CEO registran una sobrerrepresentación de votantes de ERC, CiU, ICV y CUP en detrimento de PP, Cs y PSC. ¿Casualidad?

En el último pleno del Parlamento autonómico catalán el diputado Juan Milián interpeló al ejecutivo al respecto de todo lo expuesto con anterioridad. La réplica del consejero se basó en un alegato en favor de la profesionalidad de las empresas que elaboran los estudios y en reprochar al interpelante que pusiera en cuestión el plan de trabajo elaborado por el Consejo Rector del CEO. Por cierto Consejo Rector éste, con mayoría gubernamental, que tuvo conocimiento de los datos exhibidos por el portavoz del ejecutivo a través de la prensa. Trampa saducea la respuesta de Francesc Homs dado que, lo que está en cuestión, no es lo aprobado genéricamente ni lo planificado sino la manipulación de la opinión pública que practica el Gobierno autonómico de Artur Mas inspirándose en los estudios y las preguntas del CEO. A partir del momento en que este departamento de encuestas dejó de pertenecer a la consejería de Economía y pasó a Presidencia su destino y cometido servil estaba escrito. El CEO, en la práctica, se ha convertido en un instrumento más al servicio de un proyecto político en el que el fin justifica los medios. En un viaje al pasado nos recuerda aquel famoso episodio de manipulación de estudios y encuestas que le costó el cargo al, entonces, todopoderoso David Madí. Hoy las encuestas 'a la catalana' que manipula Homs son una vergüenza.