Las encuestas dicen que la mayoría de los catalanes son partidarios del derecho a decidir. Llevamos más de un año dando vueltas al asunto pero todavía no sabemos sobre lo que se va a decidir. Y mucho menos, sabemos para qué va a servir. Eso sí, la bronca política ha servido para que los partidos estén a la greña. La bronca social ha puesto de espaldas a familias y amigos. La bronca económica hace que a los empresarios no les llegue la camisa al cuerpo. La bronca, en mayúsculas, ha dejado atónitos a los europeos. No les digo nada de cómo se quedará Obama cuando reciba el DVD de la Via Catalana.
Todo está patas arriba pero la casa sigue sin barrer o, más claro, se ha empezado la casa por el tejado. La cosa está tan complicada que no sería de extrañar que la Generalidad convocara un concurso para concluir cual será la pregunta. Un concurso abierto. Con ideas de verdad.
El pliego del concurso dará las claves. A saber:
1.- La pregunta debe tener un máximo de 10 respuestas.
2.- Debe ser clara y concisa con un máximo de 400 palabras evitando las subordinadas y contrapuestas.
3.- Debe contemplar las palabras independencia, soberanía nacional, Estado propio, Estado soberano, Estado y derecho a decidir. Se tendrá en cuenta como mérito que se contemplen todas estas expresiones.
4.- Debe ser lo suficientemente confusa en su planteamiento para que sea cual sea la respuesta pueda ser interpretada a favor del Gobierno autonómico.
5.- Debe obviar palabras como federalismo, confederación, tercera vía, a no ser que sean usadas de forma despectiva.
6.- España siempre debe ser usada como sujeto de la nueva relación y, a poder ser, que sea sujeto culpable de todos los males que nos afectan.
7.- Debe evitar sinónimos que conlleven confusión excepto independencia que siempre podrá ser equiparada a algo mejor.
8.- Debe tener una estructura flexible para favorecer diferentes interpretaciones.
9.- El nombre del presidente Mas no debe aparecer so pena que se considere como un elemento favorecedor de las ventajas de lo que se pregunte.
10.- Básicamente, la pregunta debe enseñar los dientes a los expoliadores y explotadores -léase los españoles- para que no nos tomen a pitorreo.
11- Opcional. Se valorará como mérito que se aporte fecha de la consulta. No será valorado el 29 de febrero.
Fecha y firma.
En la soledad de su despacho, el presidente de la Generalidad estampa la firma. Ha sido una gran idea, piensa. Ahora tendrán claro que estoy a favor del derecho a decidir. Si se retrasa no será culpa mía. Los culpables serán los que no se ponen de acuerdo en decidir cuál es la pregunta más adecuada. Solucionado.
Coge el teléfono y marca un número. Espera unos segundos y descuelgan al otro lado de la línea. Mariano, ¿que tal? ¿Cuándo dices que nos podemos ver?