Pensamiento
Rivera pone los bueyes delante del carro
Albert Rivera ha movido pieza planteando una moción de censura contra Artur Mas. Sin lugar a dudas, se quedará más sólo que la una. Sin embargo, el líder de Ciudadanos ha lanzado un órdago que puede tener efectos directos sobre un PSC que nada en la ambigüedad y pilla con el paso cambiado al PP.
Los socialistas catalanes defienden una alternativa federalista, esa tercera vía que coincide con los planteamientos de Josep Antoni Duran i Lleida, pero a la vez hacen entreguismo del nacionalismo al dar cobertura a su derecho a decidir. El PSC se ha convertido en la muleta necesaria en el proceso de transición nacional. Si apuesta por la reforma constitucional, ¿por qué apoya una consulta secesionista? Esta es la pregunta que se hacen muchos socialistas y también muchos ecosocialistas. En el mundo de ICV-EUiA muchos también se cuestionan: ¿por qué damos apoyo gratis al soberanismo? No entienden la actitud de Joan Herrera.
El derecho a decidir es solamente un instrumento en manos nacionalistas al servicio de la independencia
Ciertos sectores del socialismo catalán y de ICV-EUiA se ven identificados con la actitud de Rivera que pone los bueyes delante del carro y no al revés. El problema de Cataluña no es el derecho a decidir. Ese no es el escollo que debe superar la política. El problema es la secesión. El derecho a decidir es solamente un instrumento en manos nacionalistas al servicio de la independencia.
Los populares catalanes miran de reojo a Madrid. Esperan que Rajoy mueva ficha y no quieren quedarse fuera de foco. El planteamiento popular de crear una alternativa al nacionalismo es una idea de escaso calado político. No hay un trabajo previo para hacer confluir a unionistas, federalistas, autonomistas o confederalistas en un proyecto común. Eso en terreno social, pero en el político la idea se antoja fuego de artificio. Los socialistas quieren explorar su idea federal y no saber nada del PP hasta que Mariano Rajoy haga movimientos. Y Ciudadanos le ha robado la cartera a Alicia Sánchez-Camacho con su moción de censura.
La política catalana vive en su particular día de la marmota. El Debate sobre Política General dejará en la cuneta el debate social y se centrará en el debate nacional. Ese que todo lo tapa. En el ámbito social, Mas se presentará como el adalid progresista. No querrá saber nada de los recortes para que ERC le apoye los presupuestos de 2014. Eso sí, en 2013 el pacto nacionalista ha recortado más de 2.000 millones sin pasar por el Parlamento autonómico y ha dejado, de nuevo, sin paga a los funcionarios. De tapadillo, han pedido 9.000 millones al Fondo de Liquidez Autonómica. De eso, ni una palabra dirán.
El único que puede hacer despertar la marmota catalana es Rivera. Condiciona su moción de censura a que Mas se empecine en la consulta. Rivera sabe que lo hará porque Mas no tiene otra salida. Si la presenta que nadie se asombre si Ciudadanos se convierte en la fuerza de referencia de los antiindependentistas y tenga en la futura legislatura un papel más que destacable. Las encuestas hablan de tercera fuerza. A este paso, vayan a saber.