Promoción de viviendas en Barcelona
Vivienda a cascoporro
"Los gobernantes ya tienen claro que la única forma de solventar el drama de la falta de vivienda pasa por construir a cascoporro y por doquier"
Tras más de una década perdida con el procés (prácticamente dos, si nos remontamos al disparate del Estatut de 2006), parece que los políticos empiezan a entender cuáles son los verdaderos problemas de los catalanes.
En el Debate de Política General de esta semana se ha constatado un consenso sobre que la vivienda es una de las urgencias más acuciantes para una parte importante de la ciudadanía.
En realidad, la cuestión habitacional ya era una tragedia el 1-O, cuando Puigdemont, Junqueras y compañía se dedicaban a lanzar hordas de ingenuos independentistas contra los policías y guardias civiles que cumplían un mandato judicial. Pero ahora, por fin, ha pasado a ser un asunto prioritario incluso en la agenda nacionalista.
El president Illa es consciente de la gravedad de la situación y se ha puesto manos a la obra. No es un problema que se pueda resolver a corto plazo pero, cuanto antes se empiece a trabajar, antes se solventará la cosa.
Así, esta semana, en la cámara autonómica, Illa ha puesto sobre la mesa un ambicioso plan para construir más de 200.000 pisos mediante la colaboración público-privada, que se suman a otras varias decenas de miles prometidos en los últimos meses.
Además, el Govern ha anunciado un acuerdo con el Ministerio de Vivienda para gestionar miles de apartamentos de la Sareb y cientos de solares. Y se ha comprometido a mejorar el porcentaje de pisos de protección oficial en las nuevas promociones.
Los gobernantes tienen claro que la única forma de solventar el drama de la falta de vivienda pasa por construir a cascoporro y por doquier. Y que hay que empezar ya, pues se tardará años (muchos) en edificar miles de bloques.
Ahora solo falta corregir algunos vicios. Como el de criminalizar a los pequeños propietarios que pretenden alquilar sus viviendas por años, por meses o por días.