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Ada Colau y Greta Thunberg, a bordo de la Global Sumud Flotilla en Barcelona

Ada Colau y Greta Thunberg, a bordo de la Global Sumud Flotilla en Barcelona Kike Rincón EuropaPress

Zona Franca

Déjense de Flotilla: la vivienda lo es todo

"El reto de la vivienda es tan colosal, de tanta envergadura, e interpela a tantos ciudadanos y contribuyentes, que debería situarse en el centro de la conversación pública"

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Sí, el conflicto de Gaza es importante, y debe debatirse en la esfera pública. Pero no nos engañemos, la situación de la vivienda en Cataluña es tan dramática que debería opacar todo lo demás. Así lo ha dado a entender el president Salvador Illa en el Debate de Política General (DPG) que se celebra estos días en el Parlament.

La expulsión de la clase media del mercado residencial es tan salvaje que debería ocupar y preocupar a la clase política. Ante ello, el jefe del Ejecutivo catalán anunció un despliegue sin precedentes del parque de vivienda pública. Con ello, intentará que los socios parlamentarios del Govern, ERC y Sumar Comuns, entren en la negociación presupuestaria.

Ese es el plano acertado del debate. Gaza y la Flotilla lo han avivado en el arranque del curso electoral. Sí, lo que ocurre en la ribera este del Mediterráneo es preocupante, y sí, cabe presionar a los actores en pos de una solución diplomática que reduzca daños --o los elimine por completo-- a la ciudadanía de Palestina e Israel.

Pero el reto de la vivienda es tan colosal, de tanta envergadura, e interpela a tantos ciudadanos y contribuyentes, que debería situarse en el centro de la conversación pública.

Sin vivienda no habrá ciudades habitables, claro, pero tampoco atracción de talento. Sectores como el médico-investigador, por ejemplo, precisan de talento internacional para nutrir el ecosistema asistencial y los dispositivos en los que se hace ciencia. Y sin vivienda relativamente asequible, será complejo lograrlo.

Es solo un ejemplo, pero los hay a miles, cuando no a millones. El trabajo es titánico, sí, pero también lo es el análisis previo que hay que hacer para detectar bien cuáles son las causas del problema. Atina el president cuando propone ampliar el parque de vivienda pública en coordinación con el sector privado. Es una línea de actuación.

Lo siguiente en la lista podría ser abordar el cuello de botella del transporte público. Si el transporte colectivo operara como es debido, la base trabajadora podría vivir en zonas más alejadas de la gran Barcelona. Ahora no ocurre, o si sucede, el sufrido empleado debe aguantar horas de apiñamiento o incidencias en los distintos servicios para acceder o salir de la capital catalana.

El mensaje, por lo tanto, es claro. El debate público en Cataluña debe anclarse en el espinoso tema de la vivienda. Y si puede ser, que se aborde de forma constructiva. Todo lo demás, incluida la Flotilla, es relevante. Pero mirémoslo como si fuera una matriz de Eisenhower, y descubriremos que lo urgente no es siempre lo importante.