"Hoy es un día de celebración". Son palabras del presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, apenas unas horas después de conocerse que la OPA hostil del BBVA había fracasado, tras lograr poco más de un 25% de aceptaciones. Tras la celebración, una vez que esta operación ya es historia, llega el turno de la reflexión. El tradicional "y ahora, ¿qué?" que sucede a cada hito en la trayectoria de una compañía.
En el caso del Sabadell, un objetivo se asoma por encima del resto: crecer, ganar tamaño y escala. Y no sólo para elevar la rentabilidad y generar más retorno al accionista sino también para tratar de blindar la independencia. Para evitar otro caso como el del BBVA pero que, en esa ocasión, acabe en éxito.
En este sentido ha sido especialmente significativa la reacción del presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre. La gran patronal catalana ha sido uno de los actores más beligerantes contra la operación hostil a cargo de la entidad que preside Carlos Torres.
Pero además de congratularse porque la OPA haya acabado en fracaso, Sánchez Llibre ha hecho un llamamiento al Sabadell para ganar tamaño, con vistas a garantizar su independencia.
Edificio corporativo del Banco Sabadell en Barcelona / EP
El veterano líder patronal es sabedor de que la maniobra del BBVA podría haber tenido un final distinto, que hubiera terminado por hacer desaparecer un "polo financiero para Cataluña", como él mismo ha descrito a la entidad vallesana.
Y con ello, uno de los pilares para devolver al territorio su tradicional papel de locomotora económica de España, como el propio Sánchez Llibre manifestó poco después de que se conociera el regreso del Sabadell a su histórica sede en Cataluña.
El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre
Ya en pleno proceso de OPA circularon rumores en el mercado acerca de la posible llegada de un aliado, a modo de 'caballero blanco' en auxilio del Sabadell para defenderse de la oferta hostil del BBVA.
La hipótesis no pasó de ahí. Pero sí fue más allá el consejero delegado del banco catalán, César González-Bueno, cuando admitió que el Sabadell no cerraba la puerta a protagonizar operaciones corporativas con entidades más pequeñas.
El ejecutivo explicó que mientras que los tres mayores bancos (Santander, BBVA y Caixabank) tenían muy difícil realizar este tipo de maniobras en el mercado doméstico, especialmente por motivos de competencia y de sinergias, las posibilidades se multiplicaban para bancos como el Sabadell.
González-Bueno matizó que estas opciones no se encontraban a corto plazo encima de la mesa, pero sí se vislumbraban como posibilidades para un futuro tampoco demasiado alejado.
Plan estratégico
También en mitad del intento de abordaje del BBVA, el Sabadell aprobó y puso en marcha un plan estratégico a tres años, con ambiciosos objetivos de crecimiento, una meta de rentabilidad del 16% y un exceso de capital para distribuir entre sus accionistas de 6.450 millones de euros.
Un plan para crecer a medio plazo, pero que no termina necesariamente de blindar a la entidad de operaciones corporativas hostiles. Durante el proceso de la OPA y, especialmente, con la vista puesta en el resultado, el Sabadell ha demostrado que su verdadero núcleo duro lo componen los accionistas minoritarios, que han mostrado una fidelidad al banco a prueba de bombas.
Moneda de un euro
Si bien una nueva operación en España se antoja harto complicada, el peligro para la independencia del Banco Sabadell puede llegar desde el exterior. Las operaciones transfronterizas en el sector financiero cuentan con el problema añadido de la ausencia de una unión bancaria completa en el ámbito de la UE.
Sin embargo, sucede todo lo contrario con aspectos como la competencia. Y, además, en un caso como este, la intervención de las Administraciones locales estará notablemente más restringida, en favor de las comunitarias.
El deseo del BCE
El Banco Central Europeo (BCE) es muy favorable a este tipo de operaciones, que promueve en la idea de un proceso de consolidación que dé lugar a grandes bancos, capaces de soportar mucho mejor las crisis y competir en un mundo globalizado.
Frente a esta posición, el Sabadell siempre ha defendido que junto a las grandes entidades siempre han de coexistir otras más pequeñas, de alcance regional, que ofrezcan otro tipo de servicios, más próximos al retail, a los pequeños empresarios y las pymes.
