Este pequeño pueblo de Barcelona busca vecinos

Este pequeño pueblo de Barcelona busca vecinos Eurekat.cat

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Se buscan vecinos en este pueblo catalán: un entorno privilegiado a tan solo una hora de Barcelona

El municipio, con solo 651 habitantes, ha llegado a ofrecer vivienda gratis y 15.000 euros para captar nuevos residentes

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La España vaciada sigue siendo uno de los problemas de nuestro tiempo. La falta de recursos y salidas laborales que sufren pequeños territorios del interior del conjunto nacional (dada la escasa población que allí habita) ha fomentado tradicionalmente que cada vez más habitantes decidieran marcharse a grandes urbes, en las que esperaban encontrar un mayor número de oportunidades. La gente joven no veía futuro en permanecer en esos pueblos y, por tanto, la población quedó sin renovar.

Cataluña no es ajena a esta problemática y también cuenta con zonas así. Es el caso de este pequeño municipio de l'Anoia, en Barcelona, con solo 651 habitantes y que, ante la situación compleja que atraviesa, decidió poner en marcha una iniciativa para captar la atención de posibles interesados. El objetivo: buscar vecinos

Un municipio con una ubicación envidiable

Se trata de Castellolí, un municipio del que cabe destacar su ublicación privilegiada. A apenas una hora de la capital catalana (unos 59 km), este ecantador municipio del interior de Cataluña cuenta con un fácil acceso por la autovía A-2 y la carretera C-37. Situado a 390 metros sobre el nivel del mar, su relieve oscila entre los 706 metros del cerro de la Avellana y los 320 metros a orillas de la riera de Castellolí.

Pequeño pueblo barcelonés en busca de nuevos habitantes

Pequeño pueblo barcelonés en busca de nuevos habitantes Femturisme.cat

Qué ver en Castellolí

Uno de los principales atractivos turísticos del municipio es su castillo medieval. El Castillo de Castellolí, construido en el siglo X, se alza sobre una colina desde la que domina la cuenca del río Òdena y el impresionante desfiladero de El Bruc. Este entorno natural privilegiado convierte al castillo en un lugar ideal para los amantes de la historia y las rutas de senderismo.

Castillo de Castellolí

Castillo de Castellolí Ajuntament de Castellolí

Igualmente, entre sus atractivos cabe destacar sus ruinas, las cuales forman parte de una de las siete maravillas del patrimonio cultural de la Conca d’Òdena. Aquí tuvieron lugar batallas relevantes para defender la Valle del Llobregat, el mismo espacio convertido actualmente en una visita obligatoria. 

Desde el municipio se puede disfrutar también de unas bellas vistas al macizo de Montserrat. Pero, además de su patrimonio histórico y paisajístico, Castellolí es famoso por el Parcmotor Castellolí, un complejo de referencia para los aficionados al motor. En él se celebran competiciones de motociclismo y automovilismo, entrenamientos profesionales y eventos deportivos durante todo el año.

Parcmotor Castellolí

Parcmotor Castellolí Karting Castellolí

Despoblado y en situación crítica

Este pueblo barcelonés tuvo que reaccionar para hacer frente al reto que suponía vivir sin mínimos recursos. Tras años sin disponer de una tienda de alimentación y con una sola panadería y farmacia en todo el pueblo, el día a día de los vecinos que residen en este municipio barcelonés se complicó. Sobre todo si se tiene en cuenta que la mayoría de sus habitantes tiene una edad avanzada y, por tanto, el hecho de tener que desplazarse a otros pueblos cercanos y depender de un vehículo para ello puede suponer un quebradero de cabeza.

Así, la inicitiva llevada a cabo por el consistorio pretendía reimpulsar la actividad comercial con la llegada de habitantes. Y para lograrlo, se necesitaba un gancho, un incentivo que hiciera que las personas se vieran interesadas en formar parte de ese proyecto para revivir el pequeño pueblo. Hasta 15.000 euros y una vivienda gratis llegaron a ofrecer desde el Ayuntamiento municipal para conseguir el objetivo marcado. El dinero proporcionado serviría para acondicionar un local donde los nuevos moradores quisieran emprender un negocio en un histórico edificio del centro del pueblo: Cal Peret.

Cal Peret

Cal Peret Ajuntament de Castellolí

Se trata de un inmueble compuesto por una planta baja donde se encuentra el local y de un primer piso en el que se ofrece la vivienda. El mismo fue ocupado por la tienda de alimentación y estanco que antes abastecían a los vecinos. En la época en la que dichos negocios estaban en activo, los ocupantes pagaban un alquiler, pero, tras su marcha y la falta de candidatos dispuestos a invertir en un negocio, el Ayuntamiento decicidió ofrecer el espacio sin renta de alquiler, teniendo que encargarse quien coja el relevo únicamente de los costes derivados del mantenimiento del local.

Cal Peret, antiguamente

Cal Peret, antiguamente Ajuntament de Castellolí

Como requisito solo se pedía que los productos que se pusieran a la venta fueran de kilómetro cero y que respondieran a la oferta natural y agrícola del entorno. Una medida pensada para fortalecer la economía local, además de repoblar sus tierras y mejorar el día a día de su gente, aumentando los recursos y servicios ofrecidos.

Para gestionarlo, se abrió un espacio en la web del Ayuntamiento de Castelloli donde se podía rellenar un formulario con cada candidatura. 

Volver al pueblo, una posible alternativa para los jóvenes

Es cierto que esa falta de recursos y servicios que suele caracterizar a dichos pueblos puede generar rechazo entre las nuevas generaciones, acostumbradas a otro estilo de vida y con planes de futuro distintos. Sin embargo, la dificultad que existe para sobrevivir en una gran ciudad hoy en día (por el incremento incesante de los precios) hace que la población tenga que plantearse nuevas opciones y buscar alternativas que sirvan como plan B.

En este sentido, mudarse a un pueblo con un coste de vida más barato, y donde además se ofrece vivienda y ayuda para financiar un negocio, puede ser una salida. Y es que vivir en las grandes urbes, donde se observa cómo los alquileres resultan cada vez más caros mientras los salarios en cambio se mantienen estáticos (sin olvidarnos de la feroz comepetencia que existe), parece cada vez más complicado. De esta forma, los jóvenes no consiguen tener una buena calidad de vida, pese a representar a la generación mejor preparada y formada que nunca.

La vuelta al pueblo representa así una tendencia que está comenzando a incrementarse. Además de contribuir a la continuidad de estos pequeños municipios que luchan a duras penas por sobrevivir, puede resolver los problemas de una generación que, al igual que estos territorios, también lucha por sobrevivir. Una posible vía de escape a la complicada situación en la que se hallan muchos jóvenes, casi devorados ya por la jungla en la que se ha convertido la sociedad moderna.