Vehículo blindado de Santa Bárbara

Vehículo blindado de Santa Bárbara Gdels

Business

Cataluña, polo atractivo para la expansión de las empresas de defensa en el plan nacional: "Ofrece una base muy sólida"

La empresa de vehículos blindados Santa Bárbara Sistemas incluye la región en su plan de expansión

La comunidad autónoma alberga 117 entes dedicados al sector y apenas llega al 4,12% del PIB industrial

Más contenido: Indra se convierte en contratista de la Fuerza Aérea de EEUU al renovar los sistemas de navegación

Publicada
Actualizada

Noticias relacionadas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió en abril a destinar hasta el 2% del PIB a los planes de Seguridad y Defensa, una cantidad a todas luces insuficiente para las exigencias de sus socios de la OTAN, con EEUU a la cabeza, que reclaman que eleve las partidas hasta el 5%.

Dicho de otro modo, España se compromete a aumentar la inversión en este ámbito, pero no está dispuesta a alcanzar las cotas que exige la OTAN en plena escalada de tensión internacional. Ahora bien, en este escenario, Cataluña se presenta como un polo de atracción del sector.

Las cuatro grandes regiones

La industria de la defensa aporta el 4,12% del PIB industrial a Cataluña, lo que se traduce en unos 1.609 millones de euros de los 19.688 millones del conjunto de España.

En cuanto al empleo, hay alrededor de 215.607 puestos en toda España que dependen de este sector; de ellos, 23.797 trabajadores en tierras catalanas, según el informe Impacto Económico y Social de la Industria de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio, de noviembre de 2024, elaborado por la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE).

117 empresas en Cataluña

El mapa de Infodefensa muestra cuatro áreas diferenciadas: el corredor norte --desde la provincia de Zaragoza hasta A Coruña, con 337 centros--; el centro-mediterráneo corredor --entre Murcia y Valladolid, con 713 centros--; el corredor sur --que abarca Andalucía, donde hay 228 centros--; y la vía de la plata --una línea que se extiende entre Zamora y Badajoz, con 153 centros--.

Cataluña está fuera de esta organización y alberga 117 empresas dedicadas a ello, con la siguiente distribución: Barcelona (91); Tarragona (18); y Girona y Lleida, con cuatro cada una. Así se conoce a partir de los distintos informes, ya que el Departamento de Empresa y Trabajo no ha respondido a los requerimientos de este medio.

Los blindados de Santa Bárbara Sistemas, en Cataluña

En Cataluña existen iniciativas como Beamagine, Oesía, GTD u Open Cosmos, Applus Laboratories, Aritex y SITEP, entre otras muchas, a las que se suma el desembarco de TRC, especialista en guerra electrónica y ciber, como un golpe de timón hacia esta nueva ruta. Un testigo que ha tomado Santa Bárbara Sistemas, referente en la fabricación e integración de vehículos blindados.

A principios de junio, la empresa anunció que sus planes de producción pasan por aumentar su capacidad y duplicar sus vehículos, por lo que pasarán de 315 vehículos militares anuales a 565 en el horizonte de 2030. Un programa que contempla ampliar su red de abasto en las comunidades de Aragón, País Vasco y, esta vez sí, Cataluña.

El plan industrial y tecnológico

El Plan industrial y tecnológico de Santa Bárbara incluye las tres líneas fundamentales del Gobierno: fomentar el crecimiento y la internacionalización del tejido industrial de seguridad y defensa, disponer de tecnologías y capacidades inmediatas, y reforzar la cohesión territorial.

Una hoja de ruta que se alinea con la expansión de GDELS-Santa Bárbara. La idea es implementarla a través del consorcio Tess Defence, liderado por Indra. Con respecto a Cataluña, fuentes de la empresa adelantan que cubre los tres principios del plan. La comunidad "siempre ha sido un territorio de referencia en los mercados internacionales", destacan.

Más de 90 empresas calificadas por Santa Bárbara

En la actualidad, notifican que ya hay más de 90 empresas proveedoras calificadas por GDELS-Santa Bárbara Sistemas en el territorio, lo que las convierte en la cuarta región con un mayor número de corporaciones dependientes.

Más allá del centro de Barcelona o Tarragona, argumentan que ya no se trata de ubicarse en las grandes ciudades, sino de la posibilidad de encontrar espacios que cumplimenten los requisitos de la empresa. Al respecto, apostillan que la región posee una amplia tradición industrial y tecnológica en cualquiera de sus cuatro provincias, además de otras localizaciones que están en desarrollo.

Antonio Bueno, presidente de GDELS, y Juan Escriña, director general de Santa Bárbara Sistemas en la presentación del Plan Industrial y Tecnológico de la compañía

Antonio Bueno, presidente de GDELS, y Juan Escriña, director general de Santa Bárbara Sistemas en la presentación del Plan Industrial y Tecnológico de la compañía Santa Barbara Sistemas Madrid

Fabricantes de drones submarinos

En paralelo, el tejido empresarial e investigador catalán podría ser uno de los grandes beneficiados de esta inversión multimillonaria que da un espaldarazo a la industria. Entre las iniciativas, destaca Iqua Robotics, con sede en el Parque Científico y Tecnológico de Gironaspin off de su universidad.

Al frente del equipo está Marc Carreras, investigador de amplia experiencia que inició el proyecto en 2016 y para el que ahora cuenta con una plantilla de 14 trabajadores, especialmente ingenieros y doctores.

Desarrollan dos proyectos que tiene como principal cliente al Ejército y a la Unidad de Buzos de la Armada y se centra en un producto clave para la inspección de los fondos acuáticos: vehículos submarinos no tripulados (UVV)

Estos drones mapean el fondo del océano a una distancia de dos metros a partir de unos sensores acústicos que, como en las ecografías, emiten una serie de ondas electromagnéticas que chocan contra el relieve y les devuelve la señal que transforman en imágenes. "Cuando los recuperas, puedes ver lo que han encontrado", comenta, gracias a este sistema "fácil, cómodo y rentable". 

El primer proyecto se formalizó en 2023 con la entrega de dos vehículos autónomos y estaba destinado a facilitar las tareas de búsqueda de minas, munición u otros materiales explosivos en los fondos que pudieran ser afectar a las infraestructuras críticas del país, como los cables submarinos, claves para la interconexión y el suministro de energía. 

Presupuestos millonarios

Al cabo de dos años, continúan con las mejoras en el equipo tras distintas pruebas que se han realizado in situ, explica Carreras, que incluyen reforzar la autonomía para ir a más distancia, a más velocidad y, sobre todo, soportar más capacidad de carga con la intención de incorporar un sensor que asuma un mayor rango de mapeo.

Una hazaña tecnológica que cuenta con un presupuesto de 1,5 millones de euros, confirma el investigador. A su vez, hay otro proyecto en marcha, con un valor de 400.000 euros: el modelo Sparus II, un dron al servicio de la unidad de buzos de la Armada que se utiliza para inspección el entorno en tiempo real. 

Modelo del dron submarino Sparus II, en funcionamiento

Modelo del dron submarino Sparus II, en funcionamiento Iqua Robotics

Estas cifras responden a factores como el nivel de especialización y la importación de materiales. Carreras pone un ejemplo, mientras que los proveedores locales surten de sistemas de ensamblados y las placas, hay un elemento que, sí o sí, viene de fuera: el velocímetro doppler. Noruega y Estados Unidos son los principales fabricantes, lo que supone depender de mercados extranjeros. 

Alianza entre innovación y universidades

Ante el impulso a la industria, Carreras observa que "en los encuentros a los que vamos, incluidos work-shops donde participan miembros de la OTAN, se ve que España está bastante atrasada en tecnología de mi campo con respecto a otros países", por lo que se requiere un refuerzo económico. 

Acerca de la alianza entre universidades e innovación en defensa, aduce que los centros de investigación son los que lideran estos desarrollos, por lo que invita a que se apueste en transferencia: "Hay mucho conocimiento y mucha capacidad, lo que permite tener productos para defensa y, por supuesto, uso civil".

Partidas presupuestarias complementarias 

La criminóloga y coordinadora del área Alternativas de seguridad del Instituto Catalán Internacional Para la Paz (ICIP), Sandra Martínez, ve el potencial de la comunidad en esta nueva era. "La industria en defensa no es la más destacada en Cataluña, pero tiene una presencia significativa y un potencial de crecimiento en cuanto a innovación tecnológica, sobre todo en la aeronáutica y espacial", manifiesta.  

Tomando un poco de distancia, la especialista se retrotrae en el tiempo: "Llevamos 25 años de escalada militar, la cifra en inversión no ha parado de crecer". Los datos de la Alianza Atlántica muestran que España llegó a su punto más bajo en 2016, con un 0,81% del PIB. Un punto de inflexión, ya que ha ido escalando paulatinamente, volviendo al 1% en 2020, tras una década.  

A la cifra habría que sumar las transferencias y los créditos extraordinarios, tal y como revela el análisis del investigador Pere Ortega para el Centre Delàs, con lo que el Estado español llegaría a un gasto militar real de 40.457 millones de euros y un 2,48% del PIB.

A pesar de los discursos mediáticos, pide reflexión ante "el fomento de un alarmismo de forma interesada"; y ante la estrategia nacional es contundente: "Una política de seguridad que no contempla la guerra como algo evitable, ya está destinada al fracaso".