José Elías y Josep Pla
El fondo MCH, enredado en la pelea entre José Elías y Josep Pla
El vehículo de Jaime Hernández y José María Muñoz tiene intereses en las compañías de los dos empresarios; el segundo quiere hacerse con el negocio del primero
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Los intentos de Avanta Salud por hacerse con Aspy Prevención han destapado una guerra empresarial que va mucho más allá de una operación corporativa. Ello, a pesar de que el fondo MCH Private Equity es accionista de ambas, una situación que, a priori, debería facilitar la operación. No es así cuando a lado y lado del tablero se encuentran dos empresarios antagónicos como Josep Pla y José Elías.
La oferta de Avanta, que lidera Pla, ex de Chupa-Chups y con raíces en la burguesía catalana, busca reforzar su posición como actor principal en el sector de la prevención de riesgos y salud laboral. Pero enfrente está Elías, hombre hecho a sí mismo, fundador de Audax Renovables y figura de peso en Atrys Health, el grupo que controla Aspy.
Choque de personalidades
En este escenario, la operación ha encallado. No es por razones económicas, o no solo por ellas. La fuerte personalidad de ambos empresarios bloquea por el momento esta operación con la que Avante pretende mantener su crecimiento inorgánico a gran velocidad, como ha hecho ya con las adquisiciones de, por ejemplo, Gesinor, Unimat y Prevegesa.
De hecho, el gigante de Pla está en pleno proceso de expansión tras la entrada de MCH, de Jaime Hernández y José María Muñoz, en su capital en 2022. La hoja de ruta es clara: crecimiento vía compras e integración rápida para preparar una desinversión rentable en un máximo de dos años. Pero es que el fondo también tiene intereses en Aspy.
Josep Pla, José Elías y una instalación de Atrys Health
Estilos opuestos
Así, lo que podría haberse cerrado como un acuerdo financiero se ha convertido en un pulso de egos y estilos opuestos. Pla, vinculado al entorno de Joan Laporta, se mueve con comodidad en los círculos empresariales de Sant Cugat. Elías, con un discurso de self-made man y raíces en Badalona, no está dispuesto a ceder terreno sin pelear.
Las cifras acompañan a Avanta. El ebitda de la compañía se ha cuadruplicado en cuatro años, pasando de 5,6 millones en 2019 a más de 20 millones en 2023. En el mismo periodo, la facturación ha pasado de 40 a 128 millones. La compra de Aspy encajaba como un guante en esta estrategia. Pero Elías no lo ve igual. Considera que Aspy aún tiene recorrido dentro de Atrys, donde es accionista de referencia.
Posición incómoda
El fondo MCH se encuentra en una posición incómoda. Es inversor tanto en Avanta como en Atrys. Esta doble exposición, que en otros escenarios podría facilitar sinergias, aquí se ha convertido en un nudo difícil de desatar. Además, fuentes del sector aseguran que dentro del fondo no hay una confianza ciega en la gestión de Pla, especialmente desde que su hijo, Josep Pla Puigbo, ha ido ganando protagonismo en la estructura directiva del grupo.
El desenlace está abierto. Pero más allá de balances y márgenes, lo que se juega en esta operación es un pulso personal entre dos formas de entender la empresa, la ambición y el poder en la Cataluña económica.