Centro de I+D de Philip Morris, El Cubo

Centro de I+D de Philip Morris, El Cubo

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El Cubo, el laboratorio desde el que Philip Morris diseña una industria tabaquera libre de humo

La histórica empresa abre las puertas de su centro internacional de I+D en Neuchâtel (Suiza) a Crónica Global y explica cómo su catálogo 'smoke-free' ha ayudado a 38 millones de personas a dejar atrás los cigarrillos

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A orillas del lago de Neuchâtel, en la Suiza francófona, el gigante Philip Morris escribe el futuro de una industria tabaquera libre de humo. Lo hace en el edificio El Cubo, centro internacional de I+D de la compañía, donde 1.400 científicos, ingenieros y médicos trabajan en el desarrollo de alternativas al cigarrilo tradicional, menos dañinas y perjudiciales.

Hace 15 años, la mayor tabaquera del mundo inició una transformación sin precedentes en la industria para reducir el impacto nocivo de sus productos. Tras 14.000 millones de inversión, los resultados son tangibles: las alternativas de Philip Morris ya han ayudado a 38 millones de usuarios a dejar atrás el cigarrillo tradicional.

Tabaco calentado, bolsas de nicotina y cigarrillos electrónicos

Este viraje nace, crece y se desarrolla en El Cubo, un inmenso bloque acristalado de cuatro plantas, rodeado de escarpadas montañas y castillos del medievo. En su interior, se conjuran las mentes más brillantes del mundo para eliminar el tabaco tradicional de la industria tabaquera y cambiarlo por alternativas como el tabaco calentado, los cigarrillos electrónicos y las bolsas de nicotina. Sus productos ya están presentes en 95 países.

En el interior de El Cubo se lleva a cabo investigación científica y desarrollo de productos sin humo en laboratorios de vanguardia, con actividades que abarcan desde la química analítica hasta la toxicología, pasando por la gestión de estudios clínicos. En 15 años, sus investigadores ya han publicado 541 artículos científicos.

Si bien la empresa defiende que la mejor decisión para cualquier fumador es dejar de consumir tabaco y nicotina por completo, quienes no puedan hacerlo merecen acceso a opciones fundamentadas en la evidencia científica y en la innovación tecnológica. Por ejemplo, el dispositivo IQOS ha demostrado ser el mejor producto para los fumadores que desean dejar atrás el tabaco tradicional, con un 72% de tasa de conversión.

IQOS factura más que Marlboro 

Económicamente, el viraje también está dando sus frutos, y su dispositivo IQOS ya factura más que la archiconocida marca Marlboro. En el último trimestre, el 42% de su facturación ya corresponde a productos libres de humo y en 23 mercados Philip Morris ya genera más de la mitad de sus ingresos con las alternativas sin humo. El objetivo es que dos tercios de la cifra de negocio provenga de las alternativas al humo antes de 2030.

Desde que empezaron a invertir en 2008 en productos sin humo, pasaron diez años sin recibir un retorno del gasto. "Durante muchos años, asumimos un riesgo al desarrollar productos sin humo cuyo futuro dependía de decisiones regulatorias. Pero ahora mismo, la mayoría de países permiten estos productos y el verdadero riesgo hoy en día es para las personas que fuman y no tienen alternativas o sus gobiernos no las incentivan, incluida España", explica el vicepresidente de Philip Morris, Tommaso di Giovanni, a Crónica Global.

Tommaso di Giovanni, durante el evento 'Technovation 2025'

Tommaso di Giovanni, durante el evento 'Technovation 2025'

Una de sus tareas más arduas es convencer a países y organismos de la mejoría en la salud pública que provocan sus productos, tal y como reconocen durante el evento Technovation 2025, celebrado frente a periodistas de más de 90 medios y demás voces influyentes del sector. 

Hay países que se resisten a autorizar el uso de alternativas o su promoción. "Es escepticismo ante la innovación. Pero condenan básicamente a las personas de su propio país a tener acceso únicamente a una solución: los cigarrillos, que son la peor opción", apunta di Giovanni en una conversación con este medio. "Al final, se genera contrabando, falsificación y crimen organizado para introducir productos alternativos. Y no se mejora la salud pública", concluye.

Transparencia

La empresa aboga por la transparencia en su política comunicativa y en su relación con la regulación. Las puertas de El Cubo siempre están abiertas a investigadores independientes y organismos reguladores que deseen examinar sus estudios.

Ya el diseño del acristalado edificio de El Cubo es un reflejo de la transparencia que intenta impulsar la compañía desde que hace más de una década iniciara la senda al fin del humo que hoy recorre la industria tabaquera.