Lorena, dueña de una cafetería en Barcelona

Lorena, dueña de una cafetería en Barcelona

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Lorena, dueña de una cafetería en Barcelona: “Entre máquinas y reformas, la inversión se va a 105.000 euros”

La inversión inicial total, que cubrió el traspaso, una obra no exagerada, la maquinaria que fue el mayor coste y el stock inicial de bebidas

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Emprender en España no es sencillo. La burocracia, la elevada carga fiscal y la financiación son las principales trabas que enfrenta quien da el paso de montar su propio negocio. Pero, quien no arriesga, no gana.

En ocasiones, no queda otra que lanzarse e ir con todo a buscar oportunidades con nuevas propuestas donde tú seas el mandamás y ofrezcas lo que verdaderamente quieras para tu clientela.

Sin embargo, llegados a este punto de comenzar un negocio, la mayor preocupación que surge es saber de cuánto será la inversión y si esta será recuperada porque el proyecto sea rentable. Como todo en la vida, depende de muchos factores, nada es igual.

A pesar de sopesar todos los pros y contras, Lorena se decidió a abrir su propia cafetería de especialidad. Así es como nació Bristol Coffee en Viladecans, según ha revelado en el pódcast de Eric Ponce.

Su interés por el mundo del café comenzó hace 10 años, durante su estancia en Bristol, donde se enamoró de la cultura local de tostadores y el buen ambiente de las cafeterías.

Al regresar a Cataluña, fue cuando decidió embarcarse en su propio proyecto y para ello, se formó como barista y decidió que, aunque ya se empezaba a ver el café de especialidad en Barcelona, ella sería la primera en introducirlo en su pueblo.

El camino hacia la apertura de Bristol Coffee, hace ya un año y medio, requirió una inversión significativa. Para levantar el local, se necesitó “poco más de 100.000 euros”. La inversión inicial total, que cubrió el traspaso, una obra no exagerada, la maquinaria (que fue el mayor coste) y el stock inicial de bebidas, rondó los 105.000 euros, según detalla.

No obstante, un negocio va más allá de vender y obtener beneficios por los productos, sino que mantener un negocio en funcionamiento lleva una serie de costes, entre los que están los fijos mensuales como alquiler, sueldos, seguridad social, etc., lo que le supone, según Lorena, un total de 7.000-7.500 euros.

A partir de este coste, se suma a ellos los gastos variables como la materia prima, como el café o la leche fresca, esto supone que los gastos totales asciendan a “9.000 o 10.000 euros”.

A pesar de los desafíos operativos, especialmente con la dificultad de conseguir y retener personal, el negocio es rentable. En un año, la cafetería ha facturado 138.000 €. De esa cifra total, lo que queda "limpio" en el banco, después de cubrir todos los costes y gastos, es de un "8 a 9%", es decir, lo que en cifra económica sería aproximadamente 12.000 euros.

Aun con la complejidad de la gestión y la necesidad de trabajar 24/7, Lorena afirma que, si tuviera que volver a empezar, lo haría "igual de bien", aunque quizás organizaría los turnos con dos personas a media jornada en lugar de una a 40 horas, buscando una mayor flexibilidad.