El mapa de los supermercados en Cataluña vive una etapa de dinamismo. Las cadenas regionales han ganado presencia en un entorno muy competido, donde la proximidad y la compra rápida se han convertido en factores clave. El crecimiento sostenido de estos operadores ha redibujado la distribución comercial en áreas urbanas y municipios medianos.
El aumento de establecimientos responde a un consumo más fragmentado. Las grandes compras semanales pierden peso y avanzan los formatos compactos, pensados para visitas cortas y productos frescos. En este escenario, las enseñas catalanas han encontrado margen para consolidarse y seguir ampliando su red.
Nueva apertura
BonÀrea ha inaugurado hace menos de una semana un nuevo establecimiento de 200 m² de superficie en Valldoreix, dentro del municipio de Sant Cugat del Vallès. El local, situado en la rambla Jacint Verdaguer, 31, cuenta con 200 metros cuadrados y diez plazas de aparcamiento para facilitar el acceso. Esta inauguración ha generado tres puestos de trabajo. El horario comercial de la tienda es 9:00 a 21:00 de lunes a sábado, y de 9:00 a 14:00 los domingos y festivos.
Planta de BonÀrea en Guissona, donde está la sede de la CAG
Con esta apertura, la compañía suma 45 tiendas en la comarca vallesana, cuatro de ellas en Sant Cugat. La operación refuerza su presencia en una zona de elevada actividad comercial y encaja con su apuesta por espacios de proximidad y surtido orientado a la compra diaria.
Objetivo provincial
Esta tienda es la número 300 de BonÀrea en la provincia de Barcelona. Alcanzar esta cifra supone un hito para el grupo, que consolida su implantación en su principal mercado y demuestra la solidez de su modelo. La provincia se mantiene como su área más desarrollada dentro del territorio catalán.
Un comercio de BonÀrea, marca de la Corporación Alimentària Guissona
A nivel estatal, la cadena supera los 600 establecimientos. La red se encuentra en fase de expansión hacia otras comunidades como Madrid o la zona del Levante, con el propósito de ampliar su presencia más allá de sus plazas tradicionales. Cataluña sigue siendo su núcleo principal, aunque la empresa no desglosa el total exacto por comunidad.
Plan de crecimiento
De cara al próximo año, la compañía prevé abrir 20 puntos de venta en España. A ello se sumará la rehabilitación de entre 15 y 20 locales ya operativos. Parte de estas nuevas tiendas se abastecerán desde la nave de Épila (Zaragoza), que hoy sirve a 132 establecimientos.
Cuando este centro logístico esté finalizado, tendrá capacidad para suministrar hasta 1.000 tiendas. Esta infraestructura permitirá absorber el crecimiento previsto y mejorar la distribución hacia las nuevas áreas en expansión.
Estrategia BonÀrea
El grupo prevé cerrar 2025 con una facturación de 2.815 millones de euros, un aumento del 5% respecto al ejercicio anterior. Se trata del primer repunte tras dos años de descensos en las ventas. La mejora se apoya en la evolución del negocio de carburantes, que aporta cerca de 600 millones de euros al conjunto.
BonÀrea funciona con un modelo integrado que abarca todo el proceso productivo. Esta estructura, basada en el control directo, ha sido determinante para su crecimiento sostenido y para su capacidad de competir en un mercado de márgenes ajustados.
Fortaleza autonómica
El avance en Cataluña continúa siendo clave. La cifra de 300 tiendas en la provincia de Barcelona marca un antes y un después en su implantación. La combinación de tiendas de proximidad, logística reforzada y ampliación territorial sitúa al grupo en un nuevo ciclo de expansión.
La apertura de Valldoreix es un paso más dentro de esta estrategia. Con una red que supera los 600 establecimientos en España y un plan de crecimiento definido, BonÀrea encara el próximo ejercicio con objetivos claros y una hoja de ruta enfocada en consolidar su posición y seguir ganando terreno en la distribución alimentaria.
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