Barcelona y su entorno se han convertido en un punto clave para los nuevos emprendedores. La ciudad atrae proyectos pequeños y locales que buscan hacerse un hueco en un mercado competitivo, especialmente en el ámbito gastronómico y del café de especialidad.
Emprender en Cataluña implica ilusión, inversión y asumir una gestión diaria exigente. Entre trámites, proveedores y la presión del día a día, sacar adelante un negocio requiere constancia y una visión realista del sector. En este escenario, la experiencia de una emprendedora catalana ayuda a entender mejor qué supone abrir y mantener un local hoy.
Cafetería de especialidad
Eric Ponce, emprendedor y creador de contenido, se desplazó hacia Barcelona para reunirse con Lorena. Se trata de la dueña de Bristol Koffee, una cafetería de especialidad ubicada en Viladecans. "Después de vivir en Bristol y enamorarse del mundo del café, volvió a Cataluña decidida a crear un espacio donde cada taza tuviera una historia, mimo y sabor real", introduce el dueño del canal de YouTube.
"Con una inversión de poco más de 100.000 euros, Lorena levantó este local prácticamente desde cero. Hoy lucha cada día por mantener la calidad en cada detalle. Pero detrás del aroma a café, hay mucho más: madrugones, hornos encendidos y el eterno problema del personal", cuenta Ponce sobre la historia "de una mujer que ha hecho de su pasión su trabajo".
Costes del producto
"Pensé, 'en algún momento abriré mi propia cafetería y será en mi pueblo, porque al final en Viladecans somos los primeros que utilizamos café de especialidad'", expresa la dueña cuando recuerda cómo comenzó todo. Recuerda que, en los inicios, la gente le decía que se iba "a forrar con el café". No obstante, los costes son muy elevados.
"De gastos fijos, son unos 7.000-7.500 euros. Por otra parte, en cuanto a los variables, que dependen del consumo, como el propio café, la leche fresca y otros tipos de leche, los refrescos, el bubble tea... se va a unos gastos medios de 9.000-10.000 euros al mes", relata la emprendedora catalana.
Forma de vida
¿Se puede vivir solo de cafés?", le pregunta sin tapujos el creador de contenido. "Imposible. Yo, por ejemplo, uso el café como reclamo para luego hacer un poco más de gasto”, responde de forma sincera. La estrategia principal que admite usar para su negocio es el café: ofrece un producto artesano y de buena calidad, con el que genera clientela fija.
Además de la bebida, Lorena ofrece en su establecimiento otros productos. Galletas de distintos sabores, cruasanes, bizcochos y brownies, así como tartas de queso, están entre sus ofertas. Todo manufacturado por ella en su establecimiento. Con la comida, puede asegurarse cubrir los gastos que el café no cubre.
Equipo de trabajo
La regente del Bristol Koffee explica que la plantilla está formada por tres empleados fijos. Después de un año y medio, cree haber formado un equipo de trabajo sólido y estable, en el que puede confiar. No obstante, no esconde que le gustaría incorporar a una persona más en plantilla en el futuro. Esta medida supondría rebajar la carga de trabajo y poder dedicarle más tiempo a su entorno personal y familiar.
“Estoy contenta con el equipo que tengo ahora y creo que vamos por el buen camino” reflexiona sobre el futuro de su cafetería. Con mucho sudor y sufrimiento, pues reconoce que en algunas ocasiones ha pensado "lo traslado y el problema para otro", está consiguiendo su sueño. No es sencillo emprender en España, pero ella está superando sus metas.
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