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En Barcelona, la preocupación por la vivienda sigue insistente entre la población. Los elevados precios, la escasez de oferta, la precariedad laboral y la presión creciente por el turismo, son los principales factores que está agravando la crisis estructural de la vivienda en Cataluña. 

Además, los precios del alquiler y de la compra de vivienda no para de crecer, incluso han llegado a los máximos históricos, multiplicándose por dos en la última década. Este es uno de los principales problemas de la vivienda, lo que genera grandes barreras de acceso al sector inmobiliario.

Esto se traduce en que muchos jóvenes no pueden permitirse la compra de una vivienda, viéndose obligados a compartir habitación o buscar soluciones de alojamiento alternativas.

La brecha entre la demanda y la oferta es alarmante: se estima una necesidad anual de entre 50.000 y 100.000 nuevos hogares en España, mientras que solo se construyen alrededor de 15.000, lo que proyecta una "brecha tremenda" en 15 años.

Según el asesor inmobiliario y CEO de Luxury Angels, Rodolfo, se articula en torno a un desequilibrio fundamental entre la demanda y la capacidad de oferta, agravado por la ineficiencia regulatoria y la fiscalidad.

Los grandes problemas de la vivienda en España

El principal desafío es el desajuste entre el crecimiento demográfico y la construcción. España ha visto cómo su población aumentaba en "5 millones de habitantes en 10 años", llegando a "49 millones y medio de población". Esta presión se evidencia en el incremento anual de "200.000 unidades familiares", según explica el experto en podcast de Montse Cespedosa.

Sin embargo, la oferta es totalmente insuficiente, ya que "solo se construyen 100.000 viviendas" al año, un "delay" que ha tensionado gravemente el mercado. El problema se agrava porque, a pesar de que hay "más de 4 millones de viviendas vacías", estas están ubicadas en lugares donde no hay oferta laboral y, por lo tanto, no sirven "absolutamente para nada".

Otra de las polémicas es la constante subida de precios, que lleva subiendo desde el año "2013", lo que genera un incentivo perverso para que los propietarios no vendan sus inmuebles.

El CEO de Luxury Angels señala que, en capitales como Madrid y Barcelona, las subidas alcanzan "más de un 100%" y en algunos sitios llegan hasta un "130% de los precios" desde 2013.

La alta rentabilidad implícita en la espera fomenta este comportamiento: dado que el valor de la vivienda tiene un incremento interanual del "12,7%", si el precio sube un "1%" mensualmente, el propietario sin prisa se espera "un año" para obtener un "12% adicional.

Este contexto, junto con la "inseguridad jurídica", ha llevado a que los profesionales de toda la vida que tienen "cinco o seis viviendas" estén "deshaciendo inversiones" y vendiendo.

Un tercer gran problema es la burocracia paralizante y la falta de agilidad, que desincentiva a los promotores a construir. El tiempo que puede pasar desde que se busca el terreno hasta que la vivienda está vendida es de entre "3 y 5 años". Esto impacta directamente en la rentabilidad: un promotor que espera un margen de un "15 a un 20%", si el proyecto se extiende a "5 años", solo estaría ganando un "4% anual.

El asesor inmobiliario considera que la fiscalidad actual sobre la vivienda es una "verdadera aberración" y destaca la urgencia de una reforma fiscal, señalando que el país está "obsoleto" en este aspecto y critica que la vivienda, como necesidad básica, tenga un IVA del "10%".