Se buscan barítonos para el Liceu de Barcelona

Se buscan voces graves. El Gran Teatre del Liceu de Barcelona llevará a cabo una audición este jueves, 29 de junio, para incorporar a dos barítonos a sus filas. La lírica barcelonesa quiere seguir acogiendo a los mejores para impresionar a los espectadores y, para lograrlo, pone a prueba a los candidatos con una prueba de tres fases, cada una de ellas eliminatoria.

Los candidatos, que no pueden mantener ningún tipo de relación con el tribunal ni antes ni después de la audición, deben interpretar los pasajes corales facilitados por el Gran Teatre del Liceu: 'Gli arriedi festivi', de la ópera Nabuco; 'Feste Pane', de La Gioconda; 'Libera me', de Requiem y 'L’Adieu des bergers', de L’Enfant du Christ son algunos de ellos.

Con piano

La primera ronda se llevará a cabo con acompañamiento de piano, que puede proporcionarlo el Liceu o bien el propio candidato. En ambos casos, los costes que conlleve correrán a cargo del aspirante. En esta fase, tendrán que interpretar dos arias de ópera, una en italiano y otra en cualquier otro idioma, siempre que sea en versión original, puesto que no se aceptan traducciones.

En la segunda ronda, también acompañada de piano, los aspirantes a barítono deberán interpretar los pasajes corales y, en la tercera, una lectura a vista de cualquier fragmento de las rondas anteriores, que decidirá el tribunal.

40.000 euros

Los candidatos que superen la audición pasarán a formar parte del Gran Teatre del Liceu por un periodo de prueba de doce meses y, finalizado este tiempo, la dirección decidirá finalmente si los barítonos son los idóneos para ingresar de forma permanente en el coro, con el visto bueno del departamento Musical. Los nuevos integrantes tendrán un sueldo bruto de 40.911,36 euros.

La audición, pese a ser pública, no permite espectadores, según una portavoz del Liceu, ya que la mayoría de personas que acceden se han estado preparando de forma intensa y el teatro “vela por la igualdad de condiciones entre todos los candidatos”, por lo que se prohíbe la entrada de personas ajenas que puedan “desconcentrar o alterar el ambiente óptimo” de la prueba.