El Novísimo Diccionario del Amor. Tan útil para los feos como para las hermosas, está a punto de cumplir 140 años. Obra magna del militar, periodista, dramaturgo y escritor humorístico, Adolfo Llanos y Alcaraz (Cartagena, 1841 – ¿?), que fue un personaje más que singular. Comenzó a publicar poesía a los quince años y murió en algún lugar desconocido un año desconocido dejando más de treinta obras escritas. Poemarios, plegarias, crónicas de las guerras de África, ensayos sobre América, dramas, comedias, óperas, zarzuelas… Pero su especialidad fueron tratados Sobre la mujer en el siglo XIX. Lecciones, máximas y consejos para vosotras que no deben leer los hombres. Tauromaquia femenina, arte de lidiar a los hombres para uso de las mujeres diestras y siniestras.
Visto con ojos actuales políticamente correctos, no es una obra feminista, pero tampoco misógina. Algo machista, pero no patriarcal. Casi olvidado, es hoy un divertimento positivo para las mujeres, que tampoco se libran de sus sátiras, pero tan útiles para los feos como para las hermosas. La clave todo está en el Amor.—“Todo y nada”. El Amar.—“Non plus ultra”. Y en sus circunstancias, Amante.—“El polo opuesto del marido”. Cielo.—“Amor correspondido”. De ahí, a la Alcoba.—“Templo del amor y sepulcro del matrimonio”. Cama.— “Sitio de recreo. Cómplice de la multiplicación humana”. Armario.—“Ratonera de los amantes clandestinos”. Bien viajado, Llanos las había visto de todos los colores: Morena.—“Arma de fuego, peligrosa”. Rubia.—“Volcán cubierto de nieve”. Andaluza.—“Combustible peligroso”. Y Española—“Número 1 en el género femenino”.
Estudioso de costumbres humanas, el tratadista se ocupa del matrimonio. Boda.—“Preliminares de un doble sacrificio humano”. Nudo.—“Gordiano: el matrimonio”. Tila—“Indispensable en los matrimonios”. Aquel.—“Nombre del marido a los dos años de matrimonio”. Chasco.—“Fruta del árbol conyugal”. Pero antes de entrar en la institución, hay preámbulos como el galanteo y las artes de seducir. Anzuelo.—“Unos ojos negros, ó azules, ó pardos, ó verdes. La sonrisa de una boca hechicera. Un gesto. Un ademán”. Aventura.— “Amorosa: placer con sal y pimienta”. Aire.—“Juramentos de amor”. Baile.—“Pretexto de los hombres para abrazar a las mujeres”. Magnetismo.—“Amor que ataca”. Cita.—“De amor: fuente de ilusiones”. Despedida.—“De amantes, prólogo de un nuevo amor”.
Para mantener una relación digna, Celos.—“Bilis del amor”. Fidelidad.—“Virtud posible, con el permiso del amor”. Y el arsenal de las mujeres para defenderse del Monstruo.—“Nombre propio de todo marido que riñe con su mujer.”, consiste en Abanico.—“Arma ofensiva y defensiva de la mujer”. Paraguas.—“En manos femeninas: arma de las más peligrosas, que ejerce en combinación con los oculistas”. Tijera.—“Lengua de mujer”. Disimulo,— “Arte femenil, en el que los hombres no serán nunca maestros”. Lengua.—“Sable femenino”. Debilidad.—“Arma ofensiva y defensiva de la mujer”. Zapato.—“De mujer: medio de seducción”. Llanto.—“El más terrible de los argumentos femeniles”. Entre las bellas artes de las mujeres, el autor destaca: Charla.—“Música femenina”. Desnudez.—“Belleza sin rodeos”.
En cuanto a los hombres, es Venus.—“La mujer que nos enamora”. Y Fortuna .—“Hembra caprichosa”.