El gigantesco Abditosaurus kuehnei vuelve a poner a los Pirineos en el punto de mira. Las idas y venidas de la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 dieron voz a un área olvidada por las grandes Administraciones. No obstante, en esta ocasión la cordillera cobra vida no por las fisuras políticas, sino por su riqueza paleontológica que llevan a plantear un nuevo dinópolis, a imagen de Teruel, en el norte de Cataluña.
Todo ello se debe a la publicación en la revista Nature Ecology & Evolution del análisis del nuevo dinosaurio hallado en Isona i Conca Dellà (Lleida), el Abditosaurus kuehnei. El artículo concluye que el dinosaurio, único en Europa, pertenece a un grupo de titanosaurios saltasaurinos, provenientes de América del Sur y África. Sin embargo, ha sido descubierto en los Pirineos, y es, hasta la fecha, con casi 18 metros de largo y un peso estimado de 14 toneladas, el más grande de la antigua región iberoarmoricano, que engloba la Península Ibérica y el sur de Francia.
‘Dinosaures als Pirineus’
La cordillera, especialmente en su parte catalana, representa uno de los focos de yacimientos paleontológicos más importantes de Europa. De hecho, los expertos consultados estiman que los últimos dinosaurios del continente habrían vivido en los Pirineos. Esto ha hecho que se cree la red Dinosaures als Pirineus, que empieza a crear su particular dinópolis alrededor de siete museos en Isona i Conca Dellà (Lleida), Coll de Nargó (Lleida), Sabadell (Barcelona), Tremp (Lleida), Figols i Vallcebre (Barcelona), Tartareu (Lleida) y Vilanova de Meià (Lleida).
“Dinópolis tiene un centro muy potente, pero nosotros queremos devolver al territorio ese patrimonio tan rico que se encuentra en los Pirineos”, explica Àngel Galobart, jefe del departamento de investigación del mesozoico del Intitut Català de Paleontologia (ICP) y director de los museos de Conca Dellà y Coll de Nargó. Remarca que se debe poner en valor las piezas halladas en los Pirineos, y esta red de museos pretende precisamente eso: “Se ha acabado llevarse los fósiles a Barcelona o Madrid”. Esto permite a la cordillera crear un nuevo foco cultural, diferenciado del resto de Cataluña y que podría llegar a competir con Teruel.
Ampliación del museo y turismo cultural
El Museo de Conca Dellà acogerá los restos de la nueva especie de tiranosaurus. Las obras de remodelación y ampliación ya han comenzado, para iniciar el entramado pirenaico de dinópolis catalana. “La ampliación concluirá con la renovación del edificio que hay justo en frente del museo y una pasarela que conectará ambos”, asevera Galobart. Esto permitirá afianzar a Pallars Jussà y Alt Urgell como nuevos focos culturales de patrimonio paleontológico.
“El turismo cultural es una ayuda fundamental para aquellas zonas, como los Pirineos, que van perdiendo población”, recuerda el jefe de investigación del mesozoico del ICP. El objetivo de esta difusión de los últimos vestigios de dinosaurios de Eurasia es, además de dar a conocer el patrimonio y conservar las piezas en el territorio, “poder dar trabajo a los jóvenes que viven en la zona u otros que deciden instalarse” en los Pirineos, sentencia Galobart. Esto supone que nuevos hallazgos, en un yacimiento prácticamente abandonado hace a penas una década, refuercen la idea del dinópolis de los Pirineos catalanes.
Un yacimiento casi 70 años olvidado
“La excavación comenzó en los años 50 y no se reabrió hasta 2012, cuando se encontró buena parte del esqueleto”, apunta Galobart. De hecho, la historia de la investigación del Abditosaurus kuehnei comenzó en 1954, cuando el paleontólogo alemán Walter Kühne excavó sus primeros restos y los envió al Instituto Lucas Mallada de Madrid. El yacimiento cayó en el olvido hasta 1986, y luego de nuevo hasta 2012. Ahora, con este descubrimiento “único en el mundo”, como explica el director de los museos de los Pirineos, se demuestra que la cordillera era un archipiélago de dimensiones considerables.
Abditosaurus significa el réptil olvidado y el epíteto específico kuehnei es un homenaje a su descubridor. Han encontrado 53 restos del esqueleto del animal en el yacimiento Orcau-1, en Isona i Conca Dellà (Lleida). Entre ellas, destaca especialmente un fragmento semiarticulado del cuello formado por 12 vértebras cervicales, algunas fusionadas entre sí.
Todo ello permitiría conocer las migraciones hacia el continente europeo que se dieron cuando las islas iberoarmoricanas comenzaron a ser la cordillera actual y abrieron nuevas rutas hacia otros territorios. Los Pirineos quieren apostar por ser el dinópolis catalán y convertirse en un nuevo foco cultural, sin el expolio constante de las grandes ciudades que se ha dado en las últimas décadas.