Volver a resituar el debate, contextualizar los sucesos históricos y mostrar “Cataluña en España”, rechazando esa oposición que defiende el independentismo entre Cataluña y España. Es lo que ha querido mostrar un grupo de historiadores que desmonta el relato del movimiento soberanista de los últimos años y que recupera personajes históricos determinantes en la historia de España y, por tanto, de Cataluña.
Ese es el trabajo que han impulsado Ricardo García Cárcel y María Ángeles Pérez Samper, con el concurso de un grupo de historiadores, profesores y profesionales de distintos ámbitos, como Manuel Peña Díaz, Fernando Sánchez Costa, Óscar Uceda, Anna Caballé, Joaquim Coll, Pere Molas Ribalta, Federico Martínez Roda, José María Serrano Sanz, Jordi Canal, Valentí Puig, Ramón Tamames y Francesc de Carreras. Se trata del libro Catalanes en la Historia de España (Ariel).
La obra es el resultado de 14 conferencias que se desarrollaron en Can Golferichs, organizada por Historiadors de Catalunya, dedicadas a personajes históricos catalanes en el marco de la historia de Cataluña. La idea central es que el papel de Cataluña ha sido “trascendental “en el largo proceso de construcción de la España moderna y contemporánea.
De Estefanía de Requesens a Carceller
El mensaje, a través de la vida y la obra de esos personajes, es que no tiene sentido oponer España con Cataluña, porque han estado íntimamente relacionadas. Lo señalan García Cárcel y Pérez Samper: “La primera lección que puede extraerse, pues, del análisis de estos personajes es la extraordinaria utilidad de la colaboración Cataluña-España y lo que ha significado históricamente. No tiene ningún sentido el mito del botiflerisme, la etiqueta humillante vertida por catalanes que creen tener el monopolio de la catalanidad sobre los supuestos traidores, los ‘malos catalanes’, cuyo delito es mirar a España más allá de su ombligo”.
Uno de los personajes clave y más desconocidos es Estefanía de Requesens, (1501-1549), que desarrolló su vida en el marco del final del reinado de los Reyes Católicos, el reinado de Carlos V y el de Felipe II, y que fue un enlace destacado entre Cataluña y la monarquía de los Austrias. También se aborda el papel de José Buenaventura Güell y Trelles, que fue un magistrado catalán en la cúspide del Consejo de Castilla en el siglo XVIII. Y le siguen otros destacados personajes como Capmany, Agustina de Aragón, Jaime Balmes, Pi i Margall, Prim, Victor Balaguer, Laureano Figuerola, Francesc Cambó, Josep Pla, Demetrio Carceller, López Rodó o los catalanes en la Transición. Se trata de un mosaico que muestra la interrelación constante, lo que lleva a García Cárcel a hablar de Cataluña “en España”.
Fuga "de la realidad"
Uno de los mitos que persiste en el imaginario independentista es el de 1714. Sirvió para impulsar el movimiento en los últimos años y se llegó a organizar un conjunto de actos en 2014 para celebrar el “tricentenario”. En los partidos del FC Barcelona se ha gritado todos esos años “independencia” en el minuto 17:14.
García Cárcel señala que se trató de un conflicto sucesorio, entre austracistas y los partidarios de los Borbones, con intereses cruzados. Esa Guerra de Sucesión resultó una trampa para Cataluña que, pese a haber llegado a un acuerdo, plasmado en el Tratado de Utrecht, decidió tirarlo todo por la borda. “La fuga de la realidad por parte de Cataluña arranca ya en 1712, en las primeras negociaciones europeas previas a Utrecht”. Y reitera que “a última hora, Barcelona optó por la vía de meter la cabeza bajo el ala, soñar inútilmente con un apoyo europeo que nunca llegó, y entrar en una dinámica de histeria religioso-fanática que llevaría a sufrir el terrible sitio de 1713-1714”.
España y Cataluña se conjugan "en singular"
Hubo divisiones internas en todos los campos. “La división interna entre los propios austracistas fue una constante, lo que reflejaría Rafael de Casanova, el héroe (que en realidad nunca quiso ser) del 11 de septiembre de 1714 en su correspondencia de abril de 1728 con críticas muy duras hacia el antiguo conseller Salvador Feliu de la Peña, uno de los grandes postuladores de la defensa numantina de Barcelona”.
El libro muestra, a través de todos los personajes escogidos, una realidad distinta a la que ofrece el independentismo, que ha logrado imponer un relato en el que se señala una disyuntiva, una oposición sistemática.
Esa oposición que ha planteado el nacionalismo catalán no se sostiene. “Siempre desde la convicción de un presunto hecho diferencial, que se ha rastreado a lo largo del tiempo obsesivamente cuando en realidad Cataluña y España nunca deberían conjugarse en singular”, remacha García Cárcel.