El historiador Fernando García de Cortázar, autor de 'Paisajes de la Historia de España' / FGC

El historiador Fernando García de Cortázar, autor de 'Paisajes de la Historia de España' / FGC

Democracias

García de Cortázar: “En España se debería fomentar un patriotismo cultural”

El historiador, autor de 'Paisajes de la historia de España', pide que se orillen los nacionalismos, que deberían ser llevados "al tribunal de la historia"

9 enero, 2022 00:10

Fernando García de Cortázar se anticipa a la pregunta. Quiere contar y acentuar aquello que considera urgente en un país que vuelve sobre sus pasos, que lo pone todo patas arriba, cuando se creía que había alcanzado un consenso para dejar atrás las tragedias históricas que ha vivido. Historiador y novelista, (Bilbao, 1942), jesuita que se precia de su obra y de su aportación a una narración moderna, atractiva, y pedagógica --sin envidiar nada a los historiadores anglosajones-- García de Cortázar acaba de publicar Paisajes de la historia de España (Espasa), que se suma a sus muchos títulos y a sus numerosas investigaciones como catedrático de la Universidad de Deusto (Bilbao). En conversación con Letra Global, García de Cortázar huye de los nacionalismos, y pide que sean llevados “al tribunal de la Historia”. ¿Su idea del país? “En España se debería fomentar un patriotismo cultural”.

Una de las carencias de los historiadores españoles --esa ha sido la canción esgrimida para justificar la falta de lectores en relación a otros países europeos-- es que las narraciones son complicadas, llenas de datos y fechas, pero sin alma literaria. García Cortázar ha querido superar esa cuestión, con una pasión por la escritura. En Paisajes de la Historia de España lo ha vuelto a demostrar. Son acontecimientos históricos, en sus escenarios, en Ampurias, en Sevilla, en Barcelona, en Estella, en Madrid, en Santiago de Compostela o en Ermua, entre otras localizaciones: “Pienso que la historia debe cambiar en sus métodos, que debe aportar, sin desdeñar para nada la claridad del hecho histórico, una buena calidad literaria. Y he querido relacionar un episodio histórico con un paisaje y emocionar al lector. Siempre me he regido por la máxima de Voltaire --por cierto, poco amigo de los jesuitas--, según la cual el secreto para no aburrir es no contarlo todo. Y eso hago, con la idea de incentivar al lector, llevarlo a la manifestación del hecho histórico y de la emoción de España”.

Con tres claras referencias para este historiador, “Goethe, Azorín y Unamuno”, respecto a esa emoción del hecho histórico en estrecha relación con el paisaje, García de Cortázar señala la tragedia del sistema educativo español. Denuncia la intención de aprobar que la Historia de España se estudie a partir de los siglos XIX, XX y XXI. “Eso será una tragedia, porque el resto desaparecerá casi por entero. El XIX es el periodo más convulso y está repleto de guerras civiles y disputas y con la ideología más corrosiva, la del nacionalismo, que debería ser juzgado en el tribunal de la historia”.

El historiador Fernando García de Cortázar, autor de 'Paisajes de la Historia de España' / FGC

El historiador Fernando García de Cortázar, autor de 'Paisajes de la Historia de España' / FGC

Enseñar la historia y las historias, ¿cómo se debe afrontar? ¿Qué deben aprender los jóvenes? García Cortázar, cuando se aborda esta reflexión, no quiere resultar políticamente correcto. De hecho, esa es una de las cuestiones que está en el nervio de toda la política y la sociedad españolas. “No voy a halagarles, creo que hay que dirigirse a los jóvenes de forma seria y señalar que carecen de conocimientos, que sobre los viejos se ha criticado el factor memorialístico, pero teníamos más conocimiento. Se ha producido una ruptura enorme, que afecta a la historia, pero también a la literatura. Están preocupados por la técnica y por los idiomas --que conocen mejor que nuestra generación-- pero ha desaparecido la cultura humanística, y eso no creo que sea muy positivo”.

En el libro uno de los capítulos se centra en Soria, y en la generación del 98. Sin embargo, algunos autores han señalado que la visión de esos grandes literatos, como Machado, Azorín o Unamuno, dejaron una impronta negativa de España, que no se corresponde con la realidad.

¿Está España demasiado marcada por aquellas visiones, que, al ser literarias, han cobrado un mayor peso en las mentes del conjunto de los españoles?

"Suelo decir que, frente a la idea de que son los ganadores quienes escriben la historia, la versión de los perdedores cala mucho más. La literatura se hace más fuerte en el dolor y en la tragedia que en la gloria. En el primer centenario del 98 se trató de enmendar, porque hay un 98 de oro, en la economía, en la literatura. Cambiar esa visión es necesario y se intentó, con Luis Alberto de Cuenca, como responsable. Pero es cierto que pesa lo negativo, aunque no se relacione con el hecho histórico del momento".

Los historiadores, ¿pueden alzar la voz en un instante de gran polarización política en España? García de Cortázar ha sido siempre un personaje activo, con una personalidad definida, muy crítico con todos los nacionalismos. Cuando se le pregunta qué se puede salvar, o a qué se debería agarrar el conjunto de España, para romper esa tradición que carga siempre en las etapas más oscuras, responde con convicción:

“En España se debería fomentar un patriotismo cultural. En mi caso no me identifico solo con un país por las garantías y derechos individuales que ofrezca. Me emociono con las construcciones artísticas, teológicas, pictóricas, culturales, en definitiva. España es una superpotencia cultural enorme y es dramático lo que ocurre ahora en Latinoamérica, donde se derriban estatuas. España es el primer país que se pregunta sobre lo que hace, sobre si está bien lo que hace en aquel continente. Puede presentar la Escuela de Salamanca, con Francisco de Vitoria, comparable a la escuela de Platón. Se crea el derecho internacional, el derecho de gentes, con magníficos pensadores, poetas y santos".

Portada del libro de Fernando García de Cortázar

Portada del libro de Fernando García de Cortázar

No tiene las de ganar este historiador, sin embargo, en el transcurso de una batalla cultural en España que reduce cualquier debate a dos bandos, y que ha identificado --por razones históricas, pero no solo por ello-- el patriotismo que defiende García de Cortázar con la derecha.

¿Se puede superar esa divisoria?

"Si miramos lo que hace Francia, veremos que sí, que cuando celebra sus centenarios, sobre sus principales personajes, no piensa en un flanco o en otro. Es absurdo preguntarse si Jovellanos es de izquierdas o de derechas, o Goya. Y creo que los centenarios se deberían aprovechar para eso, para romper esa dialéctica. Con Alfonso X el Sabio, en el 800 aniversario de su nacimiento --en 2021--, se podía haber aprovechado. Ahora todos están preocupados en un guerra-civilismo que no se entiende. Por poner un ejemplo, en Francia, el cardenal Cisneros se ensalza por encima de Richelieu. Ese es el drama de España. Se vuelve y vuelve sobre la Guerra Civil".

La batalla cultural entre unas generaciones que defienden la historia reciente de España, con el consenso que se alcanzó en la transición, se mantiene muy viva. Este historiador entiende que ya se logró superar el desgarro de la Guerra Civil, y que se debería mirar al futuro, valorando ese poso cultural, buscando aquello que sí fue un éxito en el contexto histórico. “La capacidad de destrucción es enorme, pero debemos recordar que uno de los grandes episodios nacionales es la transición, que es un esfuerzo por olvidar un pasado. Y el esfuerzo maquiavélico de ahora es doloroso. Ya en 1986, en el 50 aniversario del inicio de la Guerra Civil, el Gobierno aportó un comunicado, escrito por el historiador Juan Pablo Fusi, en el que se pedía que no se debía dividir a los españoles y que no se podía fracturar nuestra convivencia. En pocos años ha volado esa idea, aunque tengo claro que el guerracivilismo no responde a la realidad social de la gente. Han pasado muchos años, es como recordar, cuando mi generación era joven, las guerras carlistas, en las que nadie pensaba”.

¿Y qué ha pasado en Cataluña?

“Ha habido una enorme manipulación, con una universidad en manos de nacionalistas, con hechos como el congreso que, al inicio del proceso independentista, se organizó con el título de España contra Cataluña, pura mentira. No deja de sorprender que una de las regiones más ricas protagonizara el discurso de los últimos años, frente a otras regiones depauperadas. Quizá los historiadores deberíamos haber tenido un discurso más contundente frente a todo eso. Un ejemplo claro es todo lo que rodea a Companys, una exaltación que no casa con lo que hizo, con asesinatos en su haber o provocados por él. La obra de Ucelay-Da Cal es ilustrativa sobre ello. Contrasta esas exaltaciones con el silencio que se ha mantenido sobre figuras como el socialista Zugazagoitia".

Pero lo fusilaron.

"Sí, cierto, pero el hecho de la crucifixión no hace redentores".

García de Cortázar tiene un capítulo sobre Barcelona, y le sirve para explicar el anarquismo, la ciudad de las bombas. Y emociona al lector con la mención muy significativa de Ermua, la población de Miguel Ángel Blanco, que fue asesinado por ETA, y provocó una manifestación masiva, que resultó ser una palanca social que sería clave para el final de la banda terrorista. Lo que señala este historiador jesuita es el grito de un nacionalista: “Por un puto gallego --en referencia a Blanco-- la que habéis liado en el pueblo”.

“Expresiones parecidas se han vuelto a escuchar en los últimos años y todo eso lo he verificado para escribir el libro. Por eso digo que han vencido ellos. Maite Pagazaurtundua dice que ahora no matan, pero no les dejan vivir”.

La literatura, el arte, lo que este historiador destaca para lograr ese patriotismo cultural, ha tenido un papel fundamental en los últimos años con obras como Patria, de Fernando Aramburu. García de Cortázar no se corta: “Yo soy crítico con el libro, tiene pulso literario, pero no desmenuza el origen de ese terror, que está relacionado con el PNV. Y al final, ese abrazo entre las dos mujeres, no es creíble. Lo puedo decir yo que pasé 12 años escoltado”.