La variante B.1.1.529 del coronavirus SARS-CoV-2 detectada en Sudáfrica, renombrada ómicron por la Organización Mundial de la Salud (OMS), preocupa seriamente a los expertos. En consecuencia, la mayoría de países europeos y de parte del mundo han cerrado los vuelos con destino y oriegen al país africano.
El riesgo principal, señalan, es que la nueva variante presenta un número “extremadamente alto” de mutaciones, en concreto, 32, y eso le da al virus un “potencial de propagarse muy rápidamente”. Así lo expresó virólogo Tulio de Oliveira en una conferencia del Ministerio de Sanidad.
Preocupación
Los expertos recuerdan que los riesgos de la aparición de nuevas variantes son: por un lado, que se vuelvan más contagiosas y más potentes; por otro, que se vuelvan predominantes, como sucedió con la delta; y, por último, que pueda esquivar la inmunidad de las vacunas.
"Lo que nos preocupa es que esta variante podría no solo tener una mayor capacidad de transmisión, sino que también podría eludir partes de nuestro sistema inmunológico", indica el profesor Richard Lessells.
Palabra de la OMS
Por el momento, el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica ha detectado 22 casos, la mayoría entre personas jóvenes. También en Botswana, Bélgica y Hong Kong se han detectado un caso en cada país. Por su parte, Países Bajos investiga si 61 pasajeros procedentes del país surafricano están infectados por la variante ómicron.
La OMS se muestra indica que esta variante es “de preocupación” ya que las mutaciones de la ómicron le dan un mayor riesgo de reinfección que otras variantes. Así, invita a mejorar los esfuerzos en la vacunación y otras medidas preventivas para evitar el contagio y la difusión de las variantes y más investigaciones y evaluaciones de campo