Un equipo científico ha logrado ubicar por primera vez las 20.000 especies de abeja que hay en el planeta en un único mapa. El nuevo proyecto ayudará a conservar estos insectos que juegan un papel fundamental en la polinización de bosques y cosechas, según los investigadores en Singapur y China que lo han impulsado.
Las poblaciones de abejas han sido objeto recurrente de estudio en Europa y Norteamérica, pero hasta ahora faltaban datos de otros lugares del planeta como grandes regiones de Asia y África. Hay especies de todo tipo, pequeñas y de gran tamaño. Algunas, como las abejas productoras de miel o los abejorros, se agrupan en colonias mientras que otras viven en solitario.
20.000 especies
Para elaborar el mapa, los investigadores han tenido que cruzar datos existentes para cada una de las 20.000 especies. Sus autores aseguran que el estudio permite distinguir los territorios más idóneos para la proliferación de las abejas, así como los que han perdido población a causa de los pesticidas o la destrucción de hábitats naturales.
La investigación confirma que se concentran más especies en zonas secas y templadas que en climas tropicales cercanos al ecuador. Además, hay menos abejas en las selvas que en los desiertos, ya que para alimentarse suelen preferir las plantas florales a los grandes árboles. Su presencia es mayor en el hemisferio norte que en el sur, y los principales focos están en algunas partes de Estados Unidos, África y Oriente Medio.
Polinizadoras en peligro
La comunidad científica lleva años alertando de los menguantes números de los principales polinizadores del mundo, a pesar de su contribución vital a la biodiversidad de la vegetación del planeta. En Europa, prácticamente una de cada 10 especies de abeja está en peligro de extinción, según la organización medioambiental IUCN. Pero a escala mundial, la irregularidad que ha habido hasta ahora en los datos dificulta conocer con precisión la dimensión de este problema.
Las abejas son las mayores polinizadoras de cosechas, de manera que una parte notable de nuestra alimentación depende de ellas. La mortalidad que afecta a las colonias utilizadas en la agricultura es del 30% al año, una cifra elevada que se atribuye a la contaminación y al uso de pesticidas. La diversidad también es crucial: muchas cosechas necesitan la actividad de especies locales de abejas, especialmente en países en desarrollo.
Amenazadas en España
La península Ibérica es una de las zonas con más riqueza de especies de abejas, según los nuevos datos. Sin embargo, estas están en riesgo desde hace una década por la llegada de una especie invasora que las devora: la avispa asiática. Este tipo de avispa, más grande y con más veneno que las autóctonas, es originaria de Indonesia, China e India y colonizó Europa empezando por Francia.
Desde entonces, ha causado varias muertes humanas en nuestro país, además de suponer una amenaza grave para las especies locales. El principal medio de transporte de las especies invasoras es el movimiento internacional de personas y mercancías. En el caso de la avispa asiática, se sospecha que fue introducida en Francia por un barco procedente de China que cargaba tiestos de cerámica para bonsáis.