Los días van pasando y el coronavirus sigue en expansión, hecho que está acelerando el trabajo de los investigadores en busca de conocimiento y soluciones a la pandemia. El Covid-19 pilló por sorpresa al mundo, aunque se lucha a contrarreloj para revertir la situación.
Una de las preguntas que más ha surgido entre los científicos es si las personas que sobreviven a la infección pueden volverse inmunes a la enfermedad. Son muchos los precedentes de infecciones de similar calibre que han terminado con este resultado, y parece ser que sí: podemos volvernos inmunes al coronavirus, al menos durante un tiempo.
Una noticia esperanzadora
Si se llega a confirmar la hipótesis, aquellos que sean inmunes podrían salir de sus hogares y ayudar a paliar la situación. Un dato esperanzador para los trabajadores de la salud que superen el coronavirus, que podrían seguir trabajando sin temor a contagiarse de nuevo y continuar con sus labores. Especialmente con los enfermos graves.
Al aumentar la superación de los contagios, por tanto, disminuiría el volumen de población con riesgo a infectarse. Eso lograría detener la expansión al haber menos gente portadora y transmisora del Covid-19. El coronavirus perdería su punto de apoyo mientras los ciudadanos más vulnerables quedarían algo más aislados de la amenaza.
Los recuperados pueden salvar a los enfermos
La primera línea de defensa del cuerpo humano contra un virus infeccioso es un anticuerpo llamado inmunoglobulina M, cuyo trabajo es mantenerse en alerta y activar al resto del sistema inmune de intrusos. Días después de una infección, el sistema inmune refina este anticuerpo en un segundo tipo, llamado inmunoglobulina G, diseñado para reconocer y neutralizar un virus específico.
Tal y como se está llevando a cabo en los Estados Unidos, los anticuerpos recolectados en los pacientes que se han recuperado pueden usarse para ayudar a aquellos que luchan contra la enfermedad. De hecho ya hay ciudades, como Nueva York, que analizan los sueros de personas que lo han superado para empezar a tratar a aquellos que aún están gravemente enfermos.
Existen precedentes muy similares
Todo el mundo produce anticuerpos una vez se encuentra infectado, aunque algunas personas producen potentes neutralizantes mientras otras presentan respuestas más leves. Los anticuerpos generados en respuesta a la infección con algunos virus, por ejemplo, polio o sarampión, otorgan inmunidad de por vida. Pero los anticuerpos contra los coronavirus persisten durante solo uno o tres años.
La mayoría de las personas que se infectaron durante la epidemia de SARS, primo cercano del nuevo coronavirus, tenían una inmunidad de 8 a 10 años, mientras que los que se recuperaron del MERS, otro coronavirus, vieron una protección a corto plazo. Por ello, se estima que los supervivientes del Covid-19 podrían tener una inmunidad de entre uno y dos años. Eso sí, los expertos aseguran que, en caso de que se infectaran de nuevo pasado el tiempo de inmunidad, la segunda pelea contra el coronavirus sería mucho más leve.
Se vislumbra el principio del fin
La forma más rápida de evaluar la inmunidad es un análisis de sangre, que busca anticuerpos protectores en las personas que se han recuperado. Si esta pandemia realmente continúa durante meses --varios expertos han predicho llegar a los 18 meses de lucha--, contar con trabajadores de la salud que sean inmunes al virus será realmente muy útil.
Además, encontrar personas con respuestas de anticuerpos potentes podría ayudar a señalar el camino hacia nuevos tratamientos. Varios equipos ya han estado trabajando en tal esfuerzo, tras los primeros informes de éxito en China. Con estas pruebas se podrá determinar cuánta cantidad de la población se ha infectado y se ha vuelto inmune y, por tanto, cuándo el virus ha empezado a quedarse sin huéspedes.