Es una de las noticias de la semana y posiblemente de las más importantes del año. La idea de los agujeros negros se puso sobre la mesa por primera vez en 1783, después de que el geólogo inglés John Michell tratase el concepto de un cuerpo tan denso que ni si quiera la luz podría escapar de él. Con la teoría de la relatividad de Einstein se empezaron a asentar las bases, hasta que en la década de los 60 fueron los científicos Stephen Hawking y Roger Penrose los que comenzaron a hablar de los agujeros negros como la solución a los problemas planteados por Einstein. Sin embargo, los agujeros negros se han mantenido como un elemento del espacio que ha escapado al entendimiento humano, pero del que por primera vez se ha logrado tomar una fotografía.
Al absorber la luz, los agujeros negros han sido un objeto de estudio teórico que no se ha podido ver directamente con un telescopio, la forma que tiene el ser humano de observar el espacio exterior. Hasta la fecha, la única manera que había de seguir la pista a los agujeros negros era mediante capturas de la bóveda celeste y estudiar si en algún momento desaparecía la luz de alguna estrella. Esa era la prueba de que otro cuerpo se había interpuesto entre el telescopio y la luz que emite dicha estrella, atrapando la energía luminosa y haciéndola desaparecer.
Una fotografía histórica
Sin embargo, los avances tecnológicos y las investigaciones de un grupo de más de doscientos científicos han dado con la forma de capturar en imágenes esa teoría que ha vagado por el universo durante años sin llegar a materializarse. Se trata de un agujero negro que se encuentra en el interior de la galaxia Messier 87, a 55 millones de años luz de la Tierra. De esta forma, y con la prueba fotográfica, también se confirma otra teoría que siempre ha estado en el aire: que el centro de las galaxias grandes, como la Vía Láctea, esconde un agujero negro.
Agujero negro en la película 'Interestellar' / WARNER BROS.
Lo único que se había visto sobre agujeros negros hasta el momento eran recreaciones, ya que nunca antes se había podido tomar una fotografía de uno de ellos. Las representaciones, tanto las realizadas por investigadores profesionales como las que llegan al público masivo a través de películas como Interestellar, se han basado por completo en unas teorías que ahora se han hecho realidad.
¿Qué se puede observar en la fotografía del agujero negro?
Aunque la fotografía al agujero negro sea uno de los acontecimientos del año, tras tantas imágenes realizadas por ordenador cuesta imaginar que la primera imagen que se haya tomado sea tan 'difusa'. A pesar de ello, la captura es válida para comprender mucho más sobre estos elementos del espacio. La primera de todas es que el agujero negro no es plano, como se suele representar, sino que tiene forma esférica y que la energía gira a su alrededor. Esto se sabe porque la parte de abajo del anillo es mucho más brillante.
El primer agujero negro fotografiado / NSF
La fotografía ha sido tomada por el Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT en sus siglas en inglés). Esta creación de la humanidad se trata en realidad de ocho observatorios situados en distintos puntos del planeta que trabajan de forma simultánea para poder obtener una imagen de algo que con un solo telescopio sería prácticamente imposible. La fotografía del agujero negro no ha hecho más que abrir la puerta a nuevas especulaciones, además de probar que algunas de las teorías que Einstein formuló hace prácticamente cien años estaban en lo cierto. Con una ventana abierta directamente a ellos, está claro que la humanidad dará un gran paso durante los próximos años para conocer este gran misterio del universo.