Vivimos en un mundo en el que los fotomontajes han hecho posible que cualquier híbrido entre animales, por disparatado que sea, se convierta en algo totalmente creíble e incluso pueda llegar a viralizarse. Ante esta facilidad cuesta discernir qué es real y en qué casos se trata de un montaje, y más en el caso de especies poco comunes como es la metagryne bicolumnata.
Este arácnido puede parecer, según la percepción de cada persona, o bien una araña con cabeza de perro o bien una especie de araña que porta un gorro en forma de orejas de conejo. Sin embargo no se trata de ningún extraño experimento, sino de un tipo de murgaño que acostumbra a habitar en climas húmedos, como las áreas cercanas al río Amazonas.
Descubierto en 1959
Se trata de una especie bastante desconocida debido a la ausencia de estudios sobre la misma desde que fuese descubierta en 1959 por el biólogo Carl Friedrich Roewer. La escasa cantidad de información recogida sobre esta especie llega hasta el punto de no conocerse el porqué de su curiosa fisionomía y de los llamativos colores que se pueden apreciar en su cuerpo.
Este desconocimiento provoca que lo único que exista acerca de sus peculiaridades son simplemente conjeturas. Por ejemplo, se piensa que las orejas que parece tener en la parte superior podría cumplir una función intimidatoria. Sin embargo, otros rasgos como los falsos ojos amarillos que parece tener en la misma zona también podrían ser distracciones, pues los reales se encuentran más abajo.
Son inofensivas
A diferencia de otro tipo de arañas, las metagryne bicolumnata son totalmente inofensivas para los seres humanos ya que carecen de glándulas venenosas. Además, estos arácnidos murgaños tampoco presentan una estrechez en la parte media del abdomen, como sí tienen sus parientes más comunes.