El bullying ha sido una de las cuestiones más importantes a abordar y con las que más se ha sensibilizado a la sociedad durante los últimos años. Si bien antes se pensaba que eran "cosas de niños", cada vez hay más información sobre esta práctica que sigue presente en decenas de países de todo el mundo. Se sabe que el acoso escolar tiene un impacto muy importante en las personas que lo sufren a nivel psicológico, pero nuevos estudios han demostrado que también puede afectar al desarrollo físico del cerebro en casos extremos.
En la revista Molecular Psychiatry se hacen eco de la investigación liderada por Erin Burke Quinlan, que analizó 682 cerebros de jóvenes procedentes de Inglaterra, Irlanda, Francia y Alemania. Además de realizar un escáner de los cerebros cuando los participantes tenían 14 y 19 años, también tuvieron que rellenar cuestionarios a los 14, 16 y 19 años para conocer si sufrían bullying y en qué medida. Los resultados reflejaron que un total de 36 jóvenes habían sufrido acoso crónico durante estos años, algo que quedó reflejado en la estructura de sus cerebros.
El 'bullying' impide el desarrollo de algunas zonas del cerebro
“Aunque no se considera clásicamente relevante para la ansiedad, la importancia de los cambios estructurales en el putamen y el caudado para el desarrollo de la ansiedad probablemente se encuentra en su contribución a los comportamientos relacionados, como la sensibilidad de recompensa, la motivación, el condicionamiento, la atención y el procesamiento emocional”, explicó Erin Burke.
Al parecer, el cerebro de aquellos jóvenes que habían sufrido bullying de forma severa había provocado que algunas regiones del cerebro, el putamen --estructura situada en el centro del cerebro-- y el caudado -- es uno de los componentes de los ganglios basales-- más en concreto, habían disminuido su tamaño respecto al resto de participantes del estudio. Este hallazgo no es nuevo, y ya se habían encontrado casos similares en adultos que habían experimentado situaciones de estrés constante cuando fueron jóvenes. Aunque el bullying cada vez está más señalado por los trastornos psicológicos que puede llegar a sufrir la víctima, poner de manifiesto lesiones físicas irreparables sólo hace que crezca la concienciación y la lucha contra el acoso escolar.