Jugar de manera habitual al baloncesto puede mejorar la visión según determina un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Granada. Al parecer, la práctica continuada de esta disciplina puede llevar a mostrar un mejor rendimiento visual en algunos aspectos. Así lo demostraron aquellos individuos en los que se basó el estudio.
La investigación desarrollada por varios integrantes de los departamentos de Óptica y Educación Física del centro granadino empleó a 33 personas para discernir las variaciones. De esta forma, y tras completar varias pruebas, se determinó que los 18 que solían jugar al baloncesto mostraban unas mejores funciones visuales.
Mejor coordinación ojo-mano
Los sujetos de estudio se sometieron a diferentes pruebas optométricas mediante las que los investigadores pudieron analizar todos los parámetros relevantes. Al comprobar los resultados, estos pudieron constatar que los 18 jugadores de baloncesto contaban con mejor capacidad de convergencia y mejores funciones acomodativas y binoculares. Además, la capacidad de discriminación visual y la coordinación ojo-mano también se veían notablemente aumentadas.
Las conclusiones extraídas por los investigadores les han llevado a apoyar la hipótesis de que la práctica deportiva habitual ayuda al desarrollo de las habilidades relacionadas con la percepción. El baloncesto como disciplina específica agudiza esos resultados, ayudando también en materia cognitiva dado su alto nivel de exigencia visual.
Se desconocen los beneficios de otros deportes
Mientras que esta investigación ha ayudado a comprobar el progreso en diversas habilidades gracias a la práctica de baloncesto, todavía cabe determinar la influencia de otros deportes. Así lo ha expresado uno de los miembros del equipo, Jesús Vera: “Futuros estudios deberían investigar si la práctica de otros deportes sin altas demandas visuales no conllevan obtener estos mismo beneficios en la función visual”. Además, han celebrado los logros obtenidos al unir los esfuerzos entre departamentos.