El profesor de muchos de los alumnos que asisten a las aulas en China está lleno de cables en su interior, es blanco, desprovisto de brazos y se desplaza rodando. Se trata de Keeko, un asistente de enseñanza autónomo programado para enseñar a los más pequeños juegos de lógica y contar cuentos. La llegada de este robot se ha producido ya en más de 600 escuelas de China causando furor donde se ha utilizado.
El pequeño profesor mide 60 cm y lleva una serie de cámaras integradas que le permiten orientarse en el desplazamiento y que pueden ser utilizadas por los niños para grabar vídeos educativos. “Con su cabeza y su cuerpo redondos, el robot es verdaderamente entrañable. Cuando los niños lo ven, prácticamente lo adoptan de inmediato”, comenta al respecto Candy Xiong, formadora para el uso de Keeko en las escuelas.
El auge de los robots en China
La utilización de los robots en China está cada vez más a la orden del día en áreas de todo tipo. Desde robots que van a hacer la compra, que cuidan y acompañan a ancianos, a otros que, como Keeko consiguen dan lecciones didácticas a los niños para ayudarles a crecer aprendiendo de una forma diferente y divertida.
“La educación en la actualidad ya no es unidireccional, con un profesor que enseña y alumnos que aprenden. Con su cabeza y su cuerpo redondos, el robot es verdaderamente entrañable. Cuando los niños lo ven, prácticamente lo adoptan de inmediato”, comenta la profesora Xiong. El mercado chino en este sector tecnológico ha experimentado un incremento más que destacable en los últimos años. En total, solamente el año pasado representó 1.320 millones de dólares, una cifra que se prevé aumentar hasta los hasta los 4.900 millones de dólares para el año 2022.