Barbara Baraldi es el nombre que está en boca de toda Italia, un país que conoce el horror. Sus ciudadanos han sufrido la llamada ‘razón de estado’ y la laxitud de una administración sin incentivos ni dirección. Y la literatura se ha ocupado de ello, con un fenómeno que enloquece ahora a cientos de miles de lectores. Baraldi (Mirandola, Emilia-Romaña, 1975) es la escritora punk que escandaliza, por su narrativa atrevida, descarnada. Es la autora de una tetralogía sobre una joven policía, Aurora Scalviati, que, a pesar de sus graves problemas médicos, sabe cómo investigar a un asesino en serie, feroz, cruel.
En castellano se acaba de publicar la primera entrega, Aurora en la oscuridad (Malpaso), con traducción de Manuel Manzano. La obra –la editorial publicará toda la saga-- refleja toda la potencia de un thriller, pero es mucho más: es Italia, es el peso de un legado que cuesta asumir, es la barbarie condensada en un asesino en serie, que la joven policía investiga gracias a su enorme talento para establecer perfiles de seres capaces de hacer el mal.
La propia escritora es un fenómeno en sí misma, por su rotundidad, por su capacidad para la disrupción. Es una de las grandes representantes de lo que se ha denominado como Italian Noir. No se podrá encontrar un final feliz. No hay espacio para contemporizar. Investigar sobre un asesino es también un viaje sobre un mundo de corrupción, de otros muchos asesinatos sin resolver, sobre el crimen organizado de las mafias.
La estética punk de Baraldi enlaza con una literatura que engancha, con una técnica eficaz, que lleva al lector a pasar hojas y hojas, sin pensar en otros entretenimientos. La autora de Aurora en la oscuridad ha publicado, además de la saga sobre Aurora Scalviati, novelas gráficas con editoriales independientes en Italia y con la editorial Soleil en Francia. Y ha sido galardonada con diversos premios como el Gran Giallo città di Cattolica y el Nebbia Gialla. Y ha sido una de las protagonistas del documental que produjo la BBC sobre la importancia del thriller italiano. También es editora de la revista de cómics Dylan Dog.
Pero, ¿qué propone Baraldi, la escritora que arrasa en Italia? Los thrillers son muy apreciados por los lectores. Hay ritmo y relaciones complejas entre los protagonistas que todo lector desea desvelar. Y está también el propio país. La joven policía tiene un pasado turbio. Lleva alojado en su cráneo un fragmento de bala, que le provoca un trastorno bipolar que pone en peligro su carrera profesional. Sólo puede sobrevivir a base de fármacos y una terapia salvaje, que encuentra en sesiones clandestinas: el electroshock. Y arrastrando ese precario equilibrio psicológico se enfrentará a un caso único: un asesino en serie que deja cadáveres en posiciones extrañas, antinaturales, atravesados con enormes clavos de hierro oxidados.
Sin embargo, hay algo escondido: la Italia de los años de plomo, la Italia en la que se acusaba a grupos anarquistas de provocar altercados y organizar atentados cuando quien estaba detrás era el propio Estado italiano. Aurora, la policía que se atreve con todo, recibe serios reproches de sus superiores. El comentario de uno de ellos, en los primeros compases del libro, da muchas pistas sobre lo que Baraldi ha querido exponer: “Y en lo que a usted se refiere, creo que pudo beneficiarse del cariño y agradecimiento que sentían las instituciones hacia su padre”. ¿Qué sucedió? La alusión es clara: “El trato de favor que recibió en el marco de una investigación fue quizá una especie de compensación por la muerte de un funcionario íntegro a quien el Estado no pudo proteger”.
Ese funcionario era el padre de la policía: “El juez Francesco Scalviati fue asesinado por un sicario que le metió cuatro tiros por la espalda. Estaba investigando la infiltración de la Camorra en el norte de Italia, y se decía que estaba a un paso de realizar un arresto importante. Pero después de su muerte, la investigación se estancó. Y a pesar de las palabras altisonantes pronunciadas por los peces gordos que asistieron al funeral, nunca nadie fue acusado de su asesinato”. Literatura, pero real, muy real.
Es la Italia que reflejó con precisión Mario Calabresi en Salir de la noche, una pequeña obra en la que se da voz a los familiares de un comisario de policía asesinado por el terrorismo ligado a las Brigadas Rojas, con el argumento –que resultó ser falso—de que había arrojado por la ventana a un activista anarquista desde una comisaría de Milán. Es la Italia que refleja la serie de televisión Exterior noche, sobre la muerte de Aldo Moro, el primer ministro de la Democracia Cristiana, que, en 1978 había apostado por el ’compromiso histórico’, el pacto entre su partido y el Partido Comunista Italiano (PCI).
Baraldi juega con diversos planos: la propia mente bipolar de la policía, como si fuera el propio Estado italiano con todas sus contradicciones—y la investigación de un asesino que muestra el mal más absoluto. La escritora forma parte de un equipo de altura: nombres como Andrea Camilleri, Giancarlo de Cataldo, Massimo Carlotto o Roberto Saviano, entre muchos otros. Es el Italian Noir. Está de moda. Y no será algo pasajero. Barbara Baraldi ya está al alcance de los lectores en lengua española.