La lengua española, ¿o castellana? ¿O las dos cosas? ¿Quién la maltrata, y quién la considera suya en exclusividad? Las lenguas, en permanente evolución, son propiedad de los hablantes y toman vocablos de latitudes muy distantes. Es la lengua que canta Rosalía, pero también la de artistas como Raphael, pero también la de Manu Chao, cuando introduce sus melodías en francés. ¿Y por qué decimos jamón, cuando deberíamos utilizar la palabra ‘española’ pernil? ¿Se la ha quedado el catalán para degustar tan exquisitio manjar?
La Academia Española de la Lengua quiere divulgar, ofrecer esa evolución del idioma, pero también fijar algunos conceptos y esclarecer todo tipo de informaciones que se difunden, a veces, sin mucho rigor. Producto de ello es el libro Nunca lo hubiera dicho, editado por Taurus, en una colaboración entre la propia Academia de la Lengua, la Asociación de Academias de la Lengua Española y la editorial Penguin Random House Grupo Editorial, propietaria del sello Taurus.
La lengua goza de buena salud. Los datos que se plasman en el libro así lo corroboran. Está presente en los cinco continentes y en 2020 el número de usuarios potenciales –los que la tienen como propia, los hablantes bilingües y todos los que la aprenden como lengua extranjera—alcanzaron los 585 millones. Es el tercero en el mundo por detrás del inglés y del chino.
Producción de libros
El gran reto en la actualidad, sin embargo, es la red. ¿Qué pasa en Internet? ¿Cómo se usa? El 7,9% de los usuarios utiliza el español para sus comunicaciones en la red. Es la tercera más usada, de nuevo por detrás del inglés y el chino. El único país hispanohablante que figura entre los diez con mayor número de internautas es México. Pero hay cuestiones que no van bien. El libro, que cuenta con una presentación de Santiago Muñoz Machado –director de la Real Academia Española—y con un prólogo de la escritora Soledad Puértolas, señala que se constata “la escasa visibilidad de contenidos técnicos y científicos, a pesar de ser, tras el inglés, la lengua con mayor volumen de publicaciones”.
La otra cara es que entre los principales productores de libros, hay dos países hispanohablantes: España y Argentina, “a los que se suma México, en el caso del cine”.
El lector buscará sus capítulos favoritos. Hay para todos los gustos. ¿Qué vocal es la más frecuente en español o en castellano? La…e, luego la a, y en tercera posición la o. Alrededor del 45% de las letras de un texto en español son vocales. En el Quijote, la más abundante es la e, y en La Regenta, la a.
Pero, vayamos a esa cuestión sobre la identidad. En 1611 se publicó el primer gran diccionario monolingüe de la lengua, obra del lexicógrafo y canónigo de la catedral de Cuenca Sebastián Covarrubias, que lo denominó Tesoro de la lengua castellana o española. Las preferencias, con el paso del tiempo, han quedado muy repartidas. “Más o menos la mitad de las constituciones de los Estados hispanohablantes de América utilizan la forma castellano y el resto opta por español”.
Jamón, pernil y chotis
¿Y el seseo? El escritor Martín Caparrós, argentino, sostiene que lo habitual, en todos los hispanohablantes, es el seseo y que lo ‘extraño’ es pronunciar la c, al final de las palabras. La explicación es clara. El español o castellano dominante es el hispanoamericano, con más hablantes que en España. Los que llevaron la lengua al continente americano fueron gentes procedentes de la zona meridional de España. Son rasgos fonéticos como la aspiració de /j/, que se pronuncia como una hache aspirada, y sin distinción entre la /s/ y la /z/.
Es la Eñe, como también señala Caparrós –su último libro se titula Ñamérica—la que caracteriza la lengua española, porque no hay otro idioma que la tenga.
Pero, ¿qué pasa con el jamón? ¿Hay algún producto que se considere culturalmente español, sin matices? Se responderá con prontitud que es el jamón. O la paella, una voz tomada del catalán y su variante valenciana, y que procede del latín patella, “sartén, plato en que cocía la vianda y se servía a la mesa”. Pero jamón procede del francés jambon, derivado de jambe, ‘pierna’, que en español dio jamba. “La voz tradicional castellana es pernil, del latín perna, ‘pierna, especialmente de animal’. En catalán, sin embargo, sí se ha quedado la voz pernil para hablar del excelente jamón ibérico.
Otras voces corren una suerte similar, como ‘chotis’, un baile de origen centroeuropeo, y que procede…del alemán schottisch, ‘escocés’. Un libro para conocer la lengua, española o…castellana.