Cinco ensayos, aunque con una narración que se podría catalogar de novela entre ellos, para un verano que invita a la desconexión. La lectura profunda, atenta, y también amena, no está reñida con la voluntad de dejar el día a día. Se trata de una elección arbitraria, claro, pero que responde a intereses compartidos, porque las cuestiones tratadas interpelan al ciudadano. La mente necesita otras cosas con el calor del estío, pero para que siga activa, para que razone con claridad, es menester la lectura sosegada. Se trata de cinco obras: la edición actualizada de la biografía de Paul Preston sobre el Rey Juan Carlos, Juan Carlos, el rey de un pueblo (Debate); Las brujas y el Inquisidor, de Elvira Roca Barea (Espasa); Auge y caía del orden neoliberal, de Gary Gerstle (Península); Todo, a todas horas, en todas partes, de Stuart Jeffries (Taurus), y de Premoniciones, cuando la alerta climática lo justifica todo, a cargo de Alfonso Tarancón y Javier del Valle (Rosamerón).

El culto a la Tierra, ¿qué sucede?

'Premoniciones, cuando la alerta climática lo justifica todo'

La preocupación es enorme. Es verano, precisamente, y la temperatura es muy alta. El calor resulta excesivo, y se habla, a todas horas, del cambio climático. Pero, ¿en qué medida los humanos son responsables, cómo se puede actuar ahora? La editorial Rosamerón, que selecciona con mimo los trabajos que llevará a la imprenta, y que ha impulsado el pedagogo y filósofo Gregorio Luri, presenta un texto de dos científicos, Algonso Tarancón, catedrático de Física Teórica, y Javier de Valle, doctor en Geografía (Climatología). La tesis provoca un choque contra la doctrina que se proyecta en los medios de comunicación. El libro Premoniciones sirve para ponerlo todo en su lugar, para saber cómo ha evolucionado el clima, y para señalar que las relaciones causa-efecto que se establecen no están para nada claras. No se trata de una especie de ‘negacionismo’, sino de ver con cierta perspectiva lo que pasa en el planeta. En lo que están los autores meridianemente en contra es en considerar todo lo que sucede como algo castastrófico. Denuncian que la Tierra se está convirtiendo en la nueva religión, y que los políticos deben rendir culto en las cumbres del clima y en sus discursos diarios. Si en la Edad Media se visitaban líderes religiosos, ahora se visitan “plantas de reciclaje y de energías renovables”. Ahora “se pregona el fin del planeta por la insensatez del ser humano”. Leer este ensayo es como una dieta alimenticia, para extraer lo válido de lo accesorio o propagandístico.

¿Cómo nos hicimos posmodernos?

Todo, a todas horas, en todas partes

El escritor y periodista Stuart Jeffries, que ha trabajado durante años para The Guardian, ha querido provocar para que el lector abra los ojos de par en par y compruebe que el posmodernismo ha sido la capa cultural que ha aprovechado el neoliberalismo para aparecer como lo único viable. Un pretexto, con el rostro de un falso progresismo moderno. Se trata de un ensayo que muestra los últimos cincuenta años del mundo occidental, marcado por el individualismo. ¿Era lo que pretendía un determinado arte, una cultura que buscaba romper con lo anterior, para dar paso a un modelo económico y social más llevadero? No hay mejor ejemplo que el de la artista Jenny Holzer, autora de una instalación, en el centro de Manhattan, en 1982, con un mensaje impactante: “Protect me from what I want”, protégeme de lo que quiero. Holzer acabaría trabajando como creativa de anuncios para importantes multinacionales, empresas automovilísticas, que compraron encantadas sus mensajes. Lo que señala Jeffries es que las sociedades occidentales han pagado un alto precio por su apuesta por el individualismo, por la emancipación individualista, que tuvo como punto de partida la revolución del mayo francés, de 1968. Lo hace a partir de fenómenos culturales, de la obra de David Bowie, o siguiendo la carrera de los Sex Pistols, o la cultura popular, como la novela Amo a Dick de Chris Kraus. La lectura se puede amenizar con la música que suena en el libro, y siempre, claro, por qué no, con un refresco en la mano, o con algo más fuerte, con mucho hielo, eso sí.

¿Qué rey, por qué?

Juan Carlos rey del pueblo

Una nueva edición, actualizada. Es la tercera y promete. La escribe el historiador Paul Preston, con maestría, con un estilo ameno, que deja al lector con la boca abierta. Se trata de un relato que parte del abuelo, de Alfonso XIII, y que recorre la historia de España, con una visión holísitica, centrada, en todo caso, en la monarquía y en la propia personalidad del niño, el joven y el adulto Juan Carlos I. Preston escribió la biografía en 2003. Más tarde, en 2012, elaboraba una segunda edición, que profundizaba en el papel de embajador comercial del rey, y ya examinaba con atención hasta qué punto sus actividades beneficiaban a España, pero también a sí mismo. Ahora, en 2023, con numerosos capítulos revisitados y ampliados, Preston indaga en el niño Juan Carlos, en las motivaciones que le llevarán a actuar con descaro en su etapa más madura como Rey. Y ahí enlaza con lo conocido en los últimos años y mostrado en los medios de comunicación. Pero la pluma de Preston lleva a recónditos caminos. Lo que hace el historiador, también, es valorar en su exacta medida el papel de Juan Carlos en la Transición. Y ofrece una visión positiva, sin medias tintas. El capítulo centrado en ello “reconstruye ese papel con mucho más detalle que las ediciones anteriores y, al hacerlo, refuta numerosas y malintencionadas acusaciones de que estuvo involucrado en su preparación” (sobre el golpe de Estado del 23F de 1981).

¿Quién era Alonso de Salazar?

Las brujas y el inquisidor

La escritora Elvira Roca Barea, autora de un exitoso libro, Imperiofobia y leyenda negra, doctora en Literatura Medieval, se adentra en la novela, pero para acercar datos y una realidad muy concreta, que pone los pelos de punta. En verano, con la tranquilidad de que podremos seguir sentados sin que nadie interrumpa la sesión (¿o sí?, en función de las obligaciones familiares que cada uno tenga), el lector podrá sumergirse en la España de las brujas. En 1609 varias personas son acusadas de brujería en la aldea de Zugarramurdi. El lío es tan enorme, que el Inquisidor general Bernardo de Sandovar envía a Alonso de Salazar y Frías a Logroño, la sede del Santo Oficio. Lo que hay se califica de hechicerías, males de ojo y tratos carnales con Lucifer. Pero se trata de mucho más. Está en juego el control de Navarra, por parte de España y de Francia. Es el siglo XVII, marcado por las guerras de religión. Esa circunstancia, unida a los conflictos políticos, provocó una caza de brujas en Europa de enormes dimensiones. Y en ese cruce de intereses, aparece Alonso de Salazar que intenta aportar algo revolucionario: la razón. Roca Barea presenta a los personajes, narra, explica, y deja que los propios protagonistas dialoguen entre ellos. El resultado es una inmersión en la historia, en España, y en la propia vida de brujas y brujos, que, claro, no eran tales. Una novela que resulta ser un libro de historia o un ensayo sobre por qué deberíamos anteponer siempre la razón. Al lado, eso sí, una cerveza refrescante que constate que estamos en este mundo, no en aquel.

¿Fin del neoliberalismo?

Auge y caída del orden neoliberal

Para los amantes de la historia económica, o, en realidad, para los que disfrutan de los relatos sociológicos, el libro de Gary Gerstle les resultará un festín. Porque entender el mundo pasa por conocer los debates político-económicos basados en ideas teóricas. El neoliberalismo no siempre estuvo con nosotros. Hubo otro mundo, el que nació tras la Segunda Guerra Mundial que quiso ser más justo con las clases sociales desfavorecidas que en épocas anteriores. Con los países occidentales destrozados por la guerra, se pusieron unas bases económicas pactadas entre las grandes familias ideológicas. Pero la sombra de la inflación de los años setenta fue la llamada perfecta para que llegaran economistas, políticos y activistas que llevaban años preparándose para un cambio de paradigma. Ese neoliberalismo, que tenía como premisa una inflación controlada, y la reducción masiva del gasto público por parte de los estados, se ha venido abajo con la crisis de 2008 y las secuelas posteriores. La incursión de Gerstle, profesor emérito de Historia Americana y director de Investigación en la Universidad de Cambridge, en los dilemas económicos de los últimos cincuenta años, dejan al lector la sensación de que el debate es permanente, de que se trata de una sucesión de ciclos, y de que la política siempre marca la economía, no al revés, como muchos economistas difunden. Es el orden político que se desee el que impone, como consecuencia, un determinado modelo económico. Y es bueno saberlo y apreciarlo siguiendo con atención, sin prisas, y degustándolo, el libro de Gerstle.