Hubo un tiempo más plural, con más empatía y curiosidad. Un momento en el que España comenzaba a caminar como un país plural y orgulloso de sus diferencias. Existió una transición en la que RTVE reflejaba todas las voces españolas y donde los ciudadanos querían saber, escuchar, leer y cantar en las lenguas de todos. La situación ha mejorado de forma notable para todas las lenguas, pero esa curiosidad inicial mutó en cierta desconfianza, cuando los gobiernos autonómicos, en territorios con lengua propia, reivindicaron lo propio arrinconando lo común. Pero lo vivo, lo real, se mantiene. Y se puede reflejar como lo ha hecho la revista Granta en español, la publicación fundada en 2003 por Valerie Miles y Aurelio Major.
Ahora Granta la edita la editorial Vegueta, que dirige Eva Moll. Y el número número, ya con Vegueta, titulado Poéticas del lenguaje, es un gran homenaje a esa pluralidad literaria, con voces que representan el mapa literario de España. Se trata de un mosaico que incluye quince voces de diferentes generaciones y geografías, que cuentan historias en las que la lengua es más que un vehículo de comunicación, es el material artístico que nos hace soñar, viajar, y, en realidad, el que nos permite comprender al otro.
Valerie Miles lo tiene claro y así lo explica en el prólogo del número de otoño de Granta. Señala:
“Ya sabemos que las palabras tienen poder. Pueden herir, pueden curar, implantan ideas extravagantes en nuestra cabeza, presentan imágenes hermosas o dolorosas que permanecen como un rescoldo, fermentándose, expandiéndose, centelleando. Luego resurgen en los sueños, como si alguna vez nos hubieran pertenecido de verdad. Pertenecer. La lengua es un derecho de nacimiento, un legado y una herencia. Para Carlomagno tener una segunda lengua significa tener una segunda alma, para Shakespeare, una rosa con otro nombre olería igual de dulce”.
Lo que encontramos en Poéticas del lenguaje con relatos de Rafa Lahuerta Yúfera –en ‘valenciano’, aunque podríamos decir valenciano-catalán, o catalán-valenciano— o de Berta Dávila o Adrià Pujol Cruells o Uxue Alberdi o Karmele Jaio –todos los textos aparecen en castellano y en inglés—es un reflejo de ese mapa literario. El castellano o español, junto con el catalán, el euskera, el gallego y otras lenguas que reivindican ahora su reconocimiento, como el asturiano. Son los hablantes los dueños de las lenguas y los que piden ser escuchados. Y toda esa pluralidad se incardina en el territorio de lo que es hoy España. Granta los ofrece, los pone en contacto, y los presenta también en esa lengua franca en la que se ha convertido el inglés.
Aprender y compartir
Entre esas voces, destaca la inclusión de un texto de Montserrat Roig, en catalán en su original, titulado Feminisme i literatura catalana, que traduce la autora de su biografía, la escritora e investigadora Betsabé García. Roig aparece como la musa y la maestra de muchos escritores y escritoras. Un texto en que Roig reflexiona sobre por qué escoge la lengua catalana para su obra literaria, cuando se le señala que en español podría llegar a un público mucho mayor. Roig es clara y precisa. Después de argumentar que existe una larga tradición de literatura en catalán, y de que la relación con la lengua es la misma que existe con una madre, concluye: “Perquè em dona la gana”.
Eso es. El volumen de Granta, con el sello de Vegueta, da voz a Xesús Fraga, Julieta Valero, Harkaitz Cano, Perejaume, Xuan Bello, Gonzalo Hidalgo, Susana Sánchez, Eider Rodríguez y al ucraniano Dimas Prychyslyy, graduado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca.
Y lo curioso, lo divertido, lo interesante…lo necesario es cotejar las lenguas españolas con el español o castellano, y apreciar lo giros, el léxico, los verbos que podemos compartir. Porque los nuevos tiempos, como deja constancia Granta, deberían apostar por la empatía, el aprendizaje y la comprensión.