![La inspectora Rachel Carey en ‘The capture’](https://a1.elespanol.com/cronicaglobal/2025/01/24/letraglobal/cine-teatro/918918154_14022082_1024x576.jpg)
La inspectora Rachel Carey en ‘The capture’
‘The capture’: Los horrores de la IA
La serie gira en torno a todo el daño que puede hacer la inteligencia artificial con su capacidad infinita para la manipulación de las imágenes, muy oportuna en tiempos de las grandes empresas tecnológicas
El regreso del calamar
Aunque con cierto retraso (se estrenó en el Reino Unido en 2019), ha llegado a Movistar una de las series más trepidantes y adictivas que uno haya podido ver últimamente, The capture, creada, escrita y dirigida (solo en la primera de las dos temporadas, de seis episodios cada una) por Ben Chanan, que aquí se revela como un genuino autor después de haber ejercido de guionista en series como The last kingdom (2015), que no he visto, pero sé que transcurre en el año 872 y plasma la pugna entre vikingos y pre británicos, o la excelente The missing, un thriller con Tcheky Karyo y James Nesbitt que te mantenía con los pelos de punta durante sus cuatro (o cinco, ahora no estoy seguro) temporadas.
The capture es un producto muy de los tiempos que vivimos, pues gira en torno a todo el daño que puede hacer la inteligencia artificial con su capacidad infinita para la manipulación de las imágenes.
![Imagen de 'The capture'](https://a1.elespanol.com/cronicaglobal/2025/01/24/letraglobal/cine-teatro/918918159_14017900_1024x576.jpg)
Imagen de 'The capture'
El mundo que se nos muestra damos por hecho que existe, aunque ya se encargan the powers that be de que sepamos de él lo menos posible. Es un mundo en el que se practica el engaño a todos los niveles y que ha encontrado en la IA el ingrediente adecuado para acabar de liar la troca a conveniencia de los que cortan el bacalao mientras mantienen a la población en la oscuridad más absoluta.
Talibán desarmado
En el caso que nos ocupa, el MI5 se ha empleado a fondo con la IA, consiguiendo aplicarla incluso a los miles de cámaras que infestan las calles de Londres (y de toda Inglaterra, el país de Europa con más CCTV, o cámaras de televisión de circuito cerrado, por metro cuadrado: cualquiera que haya visitado Londres últimamente habrá observado que está siendo observado y vigilado constantemente, lo cual puede ser útil para la prevención del delito, pero recuerda peligrosamente al Gran Hermano de Orwell).
![Imagen de 'The capture'](https://a1.elespanol.com/cronicaglobal/2025/01/24/letraglobal/cine-teatro/918918157_14017842_1024x576.jpg)
Imagen de 'The capture'
El servicio secreto británico colabora, claro está, con el amigo americano, que es el agente de la CIA Frank Napier (Ron Perlman, nuestro entrañable Hellboy de las películas de Guillermo del Toro), instalado a perpetuidad en un siniestro e híper tecnificado sótano londinense.
La historia empieza con el juicio del soldado Shaun Emery (Callum Turner), acusado de haber matado a un talibán desarmado (como puede verse en unas imágenes que, aparentemente, han sido manipuladas).
Reyes de la manipulación
Emery consigue ser exonerado, pero la seudo justicia británica aún no ha acabado con él: su abogada aparece muerta y todo apunta (gracias a una CCTV convenientemente manipulada) a que se la ha cargado el pobre Shaun, al que solo cree una inspectora de policía empeñada en llevar a cabo su trabajo sin la constante intromisión del MI5, de la CIA y de su propio jefe (con el que ha tenido un romance, por cierto, aunque el tipo es una rata), Rachel Carey (Holliday Grainger).
No puedo explicarles por qué el estado británico la tiene tomada con Emery para no incurrir en el spoiler, pero sí puedo decirles que The Capture es una historia a lo David y Goliat centrada en la manipulación de nuestros gobiernos y en su recurso constante a lo que más les conviene para sus intereses del momento.
The Capture llega a España con cierto retraso, pero tal vez en el momento oportuno ahora que Donald Trump y su compadre Elon Musk, reyes de la manipulación y la trapisonda, son los nuevos masters of the universe. En ese sentido, podríamos decir que el señor Chanan se adelantó a los horrores que se nos vienen encima y que nos explica sin moralina alguna, con cierto fatalismo incluso, aunque manteniendo un leve optimismo al apuntar que hay maneras (cargadas de peligro y necesitadas de un valor y una astucia más que notables) de enfrentarse a ellos sin morir en el intento.
Peculiar heroína
¿Hay final feliz para The capture? Relativamente, el soldado Emery y la inspectora Carey conservan la vida, aunque a Emery consiguen endilgarle unos pocos años de cárcel, pero la situación general y la manipulación gubernamental se mantienen plenamente vigentes, como si fuesen (que lo son) unos imponderables con los que hay que convivir.
No se sabe si habrá una tercera temporada de The capture, ya que en Estados Unidos han pasado de ella como de la peste, pero hay insistentes rumores de que sí la habrá y se rodará en la primavera de este año.
Ya tengo ganas de ver cómo sigue combatiendo a la maléfica IA la inspectora Rachel Carey, peculiar heroína que, consciente de que tiene la batalla perdida, insiste en aferrarse a su viejo y admirable concepto de la justicia.