
Imagen de la miniserie 'This town'
Cómo sobrevivir a 'esta ciudad'
- La miniserie This town, creada por el brillante Steven Knight, muestra la dura Inglaterra en la que los jóvenes sólo tenían como tabla de salvación la música y las bandas de ska
- Ella dice, él dice: 'Cruce de acusaciones'
Inglaterra, 1981. Paro, disturbios sociales, atentados del IRA, sensación juvenil de que no se va a ninguna parte, el estallido punk ha venido y se ha ido, las ciudades de provincia son un templo del aburrimiento, animado por alguna que otra carga policial. En las poblaciones vecinas de Birmingham y Coventry, miembros blancos y negros de la misma familia se mueren de asco mientras su entorno los encamina hacia destinos indeseables: si eres negro, la delincuencia, el matonismo o la venta de drogas; si eres blanco, puede que tu propio padre te intente convencer para que te apuntes al IRA (que cuenta en Coventry, patria chica de The Specials, con una representación numerosa).
Si no quieres ser un chorizo ni un terrorista patriótico, lo tienes crudo. Es lo que le ocurre al negro Dante, de Birmingham, y a su primo el blanco Bardon, de Coventry. Dante (Levi Brown) escribe poemas que su amiga Jeannie, una punk rolliza (Eve Austin), insiste en que convierta en canciones. Bardon (Ben Rose) no sabe muy bien lo que quiere, pero sí lo que no quiere: se la sopla el IRA y está harto de hacer recaditos patrióticos para su padre, que solo piensa en la causa.
A Dante no le acosa la delincuencia, pero su hermano mayor, Gregory (Jordan Bolger) tuvo contactos con lo mejor de cada casa antes de alistarse en el ejército y ser destinado a Belfast, lo que le ha hecho caer en desgracia con la rama irlandesa de la familia. Descubiertas sus conexiones familiares por el ejército, es enviado a Birmingham para que recopile información suficiente para que las trapisondas de su primo Bardon no sean tenidas en cuenta y para que a él no lo acusen de alta traición a la Corona.
Diálogos espléndidos
Gregory será el catalizador de una historia que se está gestando sin que sus protagonistas acaben de ser del todo consciente de ello. Gregory verá clarísimo que la única manera de que su hermano y su primo escapen del espanto de la delincuencia y el terrorismo es formar una banda de ska en la línea de The Specials, The Beat o The Selecter. Aquí no hay término medio: o se triunfa en el pop o se hunde uno en la miseria.

Imagen de la miniserie 'This town'
Esta es la trama de This town, miniserie de la BBC (seis capítulos) creada por el usualmente brillante Steven Knight (Peaky Blinders), un tipo especialmente dotado para plasmar ambientes chusmosos, ya sean unos gánsteres de barriada o unos chavales desorientados en la Inglaterra de Margaret Thatcher. Dotado de una oreja prodigiosa, Knight reproduce unos diálogos espléndidos que parecen estar siendo dictados en el momento por los personajes, y sus ficciones nunca huelen a falso.
Aficionados al ska
Puede que los simpatizantes del IRA (hay gente para todo) encuentren demasiado duro el trato que recibe la organización, pero también es muy fácil empatizar con el pobre Bardon y cogerles un asco terrible a su padre y sus amigos, empeñados en dirigirle (y amargarle) la vida al pobre muchacho, que ni odia a los ingleses ni tiene especial interés en matarlos. Asimismo, algún antirracista de chichinabo puede ofenderse por una comunidad negra trufada de mangantes (aunque el principal gánster es blanco), pero el señor Knight no está para practicar la corrección política y si para contar la feria tal como le ha ido en ella.
Hay una vieja canción de Lou Reed en la que se habla de una niña que no encontraba nada bueno que oír en la radio hasta que descubrió una emisora de Nueva York en la que sonaba rock & roll. “Su vida fue salvada por el rock & roll”, concluía Reed. Y esa es, en cierta medida, la conclusión de This town (aceptamos ska y two tone por rock & roll). La apuesta es fuerte y arriesgada, pero seguir lampando, esquivando al crimen organizado y al IRA, no es una opción, aunque nadie del grupo sea un virtuoso con su instrumento.
La cosa acaba (tranquilos, no hay spoiler) en una especie de final feliz que en un par de días puede dejar de serlo, pero el espectador lo agradece. La habilidad del señor Knight para generar empatía con sus personajes es francamente notable y, cuando acaba la serie, todos deseamos creer que esos pobres infelices van a poder escapar a su infame destino.
Nota: los aficionados al ska y su breve y dorada etapa de principios de los 80 encontrarán en This town un motivo extra de gozo (como me ha pasado a mí).