Amazon Prime acaba de colgar la segunda temporada de Them (Ellos), eficaz serie de terror creada por Marvin Safford (en arte, Little Marvin) que mezcla hábilmente las características habituales del género con una denuncia del racismo inherente a la sociedad norteamericana. En principio, la mezcla puede sonar extraña, pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que hay precedentes: los largometrajes del talentoso Jordan Peele, con los que Ellos tiene bastantes puntos en común. Si la primera temporada (Covenant) estaba ambientada en 1953, la segunda (The scare) sucede en 1991 y en la ciudad de Los Ángeles, inmediatamente después de la célebre paliza policial a Rodney King que dio la vuelta al mundo y provocó unos disturbios raciales de padre y muy señor mío en la mayor urbe de California. ¿Hay conexión entre la primera y la segunda temporada? Sí, pero tardaremos bastante en descubrirlo y hasta ahí puedo leer para no incurrir en el spoiler.
Mientras el LAPD está sometido al escrutinio (rayano en el acoso) de los ciudadanos, la inspectora Dawn Reeve (Deborah Ayovinde) es enviada a una casa de acogida cuya inquilina principal ha sido encontrada muerta, retorcida hasta la caricatura y descoyuntada en el interior de un armarito de la cocina en el que solo se cabe si previamente te han partido todos los huesos. El crimen es, por decirlo suavemente, extremadamente extraño. Los niños de la casa no vieron ni oyeron nada, aunque de sus declaraciones se deduce que no lamentan en exceso la suerte de su seudo madre, ya que se trataba de una bruja de cuidado a la que solo le interesaba de los niños la pasta que recibía de los servicios sociales por hacer como que los quería y los cuidaba. Además de casos como éste, la inspectora Reeve debe hacer frente al racismo del departamento y a todos los hombres blancos cabreados porque una mujer negra les dé órdenes.
Dawn vive con su hijo adolescente y con su madre, Athena (Pam Greer, otrora reina del blaxploitation y actualmente una señora de 75 años a la que llevábamos tiempo sin ver: ya no es Foxy Brown, pero sí una actriz muy solvente). Además de la muerta retorcida y los miserables de sus compañeros blancos, Dawn debe bregar con una especie de espíritu maligno que parece haberla tomado con su hijo. En paralelo, un joven aspirante a actor, Edmund Gaines (Luke Wilson, que borda el papel) se va volviendo loco mientras se le aparece el mismo espíritu siniestro que al hijo de Dawn. ¿Hay alguna relación entre el aspirante a actor y la inspectora de policía? Ya lo veremos: no nos adelantemos a los acontecimientos y vayamos disfrutando de ellos. Si nos interpela el cine de terror, claro.
Y es que Ellos (El miedo) no es la típica historia de sustos y grand guignol, sino una de esas tramas que, no sabes muy bien cómo, consiguen conectar con tus más íntimos temores, aunque no seas ni americano ni negro. Harto de películas de terror que provocan risa o aburrimiento, ha sido estupendo poder pasar miedo de verdad con los ocho episodios de la segunda temporada de esta serie en la que se suceden los crímenes grotescos, centrados habitualmente en el entorno de hermanos gemelos (¿por qué?: ya lo verán si se enganchan). En la línea de American Horror Story, la escalofriante serie de Ryan Murphy y Brad Falchuk, en Them cada temporada va por su cuenta, pero, a tenor de lo visto en las dos primeras, da la impresión de que el señor Marvin sigue el mismo camino que Murphy & Falchuk: construir una especie de rompecabezas del horror en el que todas las piezas acaban encajando (también hay aquí compañía estable, ya que Deborah Ayovinde protagonizaba asimismo Covenant).
El terror que se ceba con la negritud (desde el racismo cotidiano a las maldiciones eternas paranormales) es el tema central de Ellos. La primera temporada estaba muy bien. La segunda está aún mejor. ¿Habrá una tercera? Espero que sí, aunque Amazon aún no ha anunciado la renovación. Si les gusta pasar miedo con las historias de miedo, ésta es su serie, queridos lectores.