La maldición de Norma Desmond
El documental 'Boulevard: una historia de Hollywood' refleja el proyecto de Gloria Swanson de montar un musical de Broadway inspirado en ella misma
25 octubre, 2022 20:03La actriz norteamericana Gloria Swanson (Chicago, 1899--Nueva York, 1983) fue una estrella rutilante durante los años del cine mudo, pero la llegada del sonoro la expulsó del olimpo en que estaba tan ricamente instalada y la convirtió en una vieja gloria. Nunca ha quedado muy claro por qué, ya que Swanson no tenía una voz ridícula (como fue el caso del pobre John Gilbert) y hasta cantaba decentemente. Probablemente, fue víctima de esa sobreactuación que afecto a muchos actores de las películas mudas, gente acostumbrada a decirlo todo de una manera obligatoriamente exagerada que convertía sus interpretaciones en un festival de muecas y melindres. En cualquier caso, a finales de los años 40, la señora Swanson era una vieja gloria, aunque solo tenía cincuenta años, y sobrevivía a base de programas de radio, anuncios de cremas rejuvenecedoras y esporádicas apariciones en televisión. Fue entonces cuando el gran Billy Wilder se fijó en ella para el papel por el que todos acabaríamos recordándola, el de Norma Desmond, la perturbada celebridad del cine mudo que se enamora de un guionista muerto de hambre (William Holden) al que encarga escribir la historia que, en su mente enferma, le servirá para volver al cine por la puerta grande. Sunset Boulevard (en España, El crepúsculo de los dioses) fue un éxito cuando se estrenó en 1950 y ha pasado a la historia como una de las mejores películas jamás rodadas sobre las interioridades de Hollywood y su star system. Como Norma Desmond, Swanson creyó que Sunset Boulevard le permitiría recuperar la gloria perdida, pero no fue así. Nominada al Oscar, lo acabó perdiendo ante Judy Holiday por Nacida ayer. Y le tocó volver a la vida de escaso brillo que llevaba antes de que Wilder le ofreciera el que resultó ser el papel de su vida.
Un interesante documental en Filmin, Boulevard: una historia de Hollywood, dirigido por Jeffrey Schwarz (de quien podemos ver, en la misma plataforma, I am Divine, sobre el travestido con sobrepeso que salía en las primeras películas de John Waters), nos cuenta una historia de Gloria Swanson que ella no incluyó en las memorias que escribió cuando ya tenía 80 años, una historia que aborda lo que podríamos denominar la maldición de Norma Desmond y que consistió en un grotesco remake real de la ficción narrada en Sunset Boulevard. Unos pocos años después del estreno de la película, Swanson tuvo la brillante idea de montar un musical de Broadway inspirado en ella. El mandamás de Paramount le cedió los derechos de adaptación verbalmente --lo que luego se reveló fatal, ya que su sustituto se los retiró amparándose en que no había ningún papel firmado-- y ella recurrió a los servicios de una pareja de homosexuales, el compositor Dickson Hugues y el letrista Richard Stapley, enamorándose locamente de éste (o sea, convirtiéndose en Norma Desmond) y contribuyendo de esa manera a que el proyecto, ya un pelín desquiciado, acabase por no llegar a ninguna parte. Para que Sunset Boulevard se convirtiera en un musical del Broadway neoyorquino y del West End londinense hubo que esperar a principios de los 90, cuando el insufrible Andrew Lloyd Webber lo perpetró y le dio el papel de Norma Desmond a Glenn Close.
Swanson, la vieja loca de la película
Boulevard: una historia de Hollywood explica, con imágenes de archivo, entrevistas actuales y dibujos animados la extraña peripecia que unió a Swanson con el tándem Hugues--Stapley durante los pocos años que dedicaron a intentar levantar, sin mucho éxito, el musical de marras. Hugues era un pianista de hotel que componía melodías cursis y no especialmente memorables (como se puede comprobar en las canciones que interpreta la señora Swanson); Stapley era un actor inglés contratado por MGM como galán que, tras unas cuantas películas que no funcionaron, acabó volviendo a Londres y convirtiéndose en el protagonista de la serie Interpol man (tampoco le hizo ascos al spaghetti western y a cualquier película barata rodada en el continente; en el ínterin, tras enamorarse de Hugues y convertirse en su letrista, se vio metido en la rocambolesca historia que se le había metido en la sesera a la señora Swanson, dándose cuenta de que ésta se había convertido en una Norma Desmond del mundo real y lo había elegido como su versión fetén del personaje de William Holden: huelga decir que todo acabó como el rosario de la aurora).
Boulevard: una historia de Hollywood es, en cierta medida, una versión bufa de la película de Wilder. Tras cinco matrimonios fallidos, Swanson, poseída por el espíritu de Norma Desmond, se enamoró de un homosexual de armario que nunca quiso reconocer su condición. Su flamante musical nunca se representó (además de no tener los derechos del film, tampoco encontró a nadie que quisiera producirlo). No quiso incluir el episodio en sus memorias, supongo que por considerarlo un fiasco impropio de ella. Hugues volvió a sus sesiones de pianista en diversos hoteles. Stapley inició tardíamente una carrera de guionista mientras vivía al borde de la miseria en un motel churroso de Los Ángeles (no consiguió vender ni uno solo de sus guiones). Los tres están muertos en la actualidad, pero gracias al señor Schwarz reviven durante una hora y media en esta entrañable y triste historia que se nos cuenta en un documental de Filmin especialmente dedicado a los interesados en las interioridades de Hollywood.
El fantasma de Norma Desmond fue una maldición para Hugues y Stapley, pero sobre todo para Swanson, que se convirtió realmente en la vieja loca de la película cuyo siniestro chofer y mayordomo había sido el director de sus grandes éxitos del cine mudo (Erich Von Stroheim). Quienes no hayan visto nunca Sunset Boulevard o la consideren una cinta mediocre (de todo tiene que haber en este mundo) pueden saltarse tranquilamente el visionado de Boulevard: una historia de Hollywood. Este inspirado documental no es para ellos.