Como si de una pasarela de moda se tratase, pero en este caso son películas que muestran algunos de los mejores diseños y patrones hechos prendas de ropa y que seguro encantarán a los más fashionistas. Y es que el cine también ha dejado hueco para algunas de las mejores producciones donde el vestuario era casi o más importante que la trama de la historia en sí.
No es casualidad que la moda y el cine hayan ido de la mano desde los inicios de su existencia. Buena parte de los trabajos que forman parte de la historia del séptimo arte han servido luego como inspiración para que diseñadores de renombre crearan sus propias colecciones de moda, o bien éstos han participado dando vida al vestuario que se iba a lucir en esas escenas. Y al revés, el diseño de vestuario ha sido el hilo conductor de muchas películas por no decir, en muchos casos, el verdadero protagonista de las mismas.
Moda y cine
En alguna que otra ocasión, el director de cine manchego Pedro Almodóvar ha expresado que la ropa está para transmitir emociones, de ahí la importancia que en muchos casos adquiere en la gran pantalla como un elemento más de la trama. Es por eso que muchos realizadores han recurrido a diseñadores, no solo para ofrecer una indumentaria a sus personajes, sino para añadir una esencia, una característica o un rasgo de la personalidad del mismo.
En este sentido, desde comienzos del siglo XX, en películas conocidas se ha visto la puntada de algunos de los modistos más importantes del momento. Por ejemplo, Paul Poiret, que vistió a Sarah Bernhardt en La dama de las camelias (1912), Jeanne Lanvin, que hizo lo mismo con Raquel Meller en Carmen (1926) y La venenosa (1928) y con Joan Bennett en Cómicos en París, mientras que Coco Chanel supervisó el vestuario de Gloria Swanson en la película Esta noche o nunca (1931).