Uno de los problemas que más trae de cabeza a los responsables de Netflix son las cuentas compartidas. Es decir, aquellos que pagan una cuenta en grupo pese a no vivir en la misma casa. Una práctica muy extendida tanto en jóvenes como en adultos, y que podría llegar a su fin.

Y es que la plataforma ha puesto en marcha una función para detectar si los usuarios que comparten una misma contraseña viven, o no, bajo el mismo techo. Una comprobación que, por el momento, se desconoce qué consecuencias puede acarrear, pero que ya ha empezado.

El final de las cuentas compartidas

Una de las características de Netflix que han destacado siempre sus usuarios es la posibilidad de hacerse una cuenta compartida entre cuatro personas. De este modo, todos ellos pueden disfrutar del contenido de la plataforma con un precio más económico, repartiendo el pago entre ellos.

La pantalla de inicio de una cuenta compartida de Netflix / EP

Esta función no está contemplada dentro de la empresa, quienes pensaron estas sesiones grupales para que fueran compartidas entre los miembros de una misma familia. Cansados de la gran cantidad de gorrones que se aprovechan de ello, desde Netflix iniciaron en 2019 un trabajo de monitorización para detectar este tipo de uso fraudulento. Una acción que, ahora, ya es una realidad.

Primeros mensajes de advertencia

Según el medio Gamma Wire, varios usuarios de Netflix que se aprovechaban de esa picaresca han empezado a recibir un mensaje en el que les piden una serie de códigos para comprobar si están autorizados para usar esa cuenta: "Si no vives con el propietario de esta cuenta, necesitas tu propia cuenta para seguir viendo el contenido", dice la advertencia que aparece a la hora de iniciar sesión.

De momento parece ser una prueba, pero eso no significa que a corto plazo los responsables de Netflix decidan empezar a actuar. Algo que podría acabar para siempre con este tipo de cuentas compartidas, y que obligaría a muchas personas a crearse una nueva sesión individual para alegría de la plataforma.