El año 2020 llega a su fin con una lista muy larga de malas noticias, pero con alguna buena, como es la calidad de muchas de las series que se han estrenado durante los últimos 12 meses. Y eso que debido a la pandemia y la reclusión, muchas de las producciones o se han retrasado o se han anulado hasta nuevo aviso.
Sin embargo, las ha habido muy destacadas y que han conseguido que numerosos espectadores se hayan enganchado lo suficiente como para olvidar el complicado panorama que les rodea.
Héroes y cazarrecompensas
Desde el prisma de la ficción superheroica se encuentra la temporada 2 de The Boys, que continúa lo que ya se pudo ver en los primeros episodios y lo lleva aún más allá, puesto que los protagonistas dan lo mejor de sí mismos, demostrando que se están divirtiendo (con un magnífico Karl Urban a la cabeza) con un producto tan gamberro y divertido como subversivo y rompedor. Ofrece además una visión de todo lo que sucede en la actualidad que resulta cuanto menos inquietante.
Por otro lado, hay que destacar The Mandalorian, la serie de Disney + que narra las aventuras de Mando, un cazarrecompensas de origen mandaloriano que va por la galaxia deshaciendo entuertos como si del lejano oeste se tratara. Tanto la primera como la segunda temporada se caracterizan por la calidad de su producción y por el buen trabajo en el guion y de su actor principal: Pedro Pascal.
Producción nacional
Entre las mejores series de 2020 también hay que señalar un par de producciones españolas por las que han corrido ríos de tinta, tanto por los aspectos polémicos como por su magnífica factura. Una de ellas es Patria, la miniserie que se basa en el bestseller de Fernando Aramburu sobre el conflicto vasco en los tiempos en los que la banda armada ETA sembraba el terror.
Por otro lado y casi de puntillas apareció Antidisturbios, un magnífico thriller protagonizado por un grupo de policías que se enfrentan cada día a situaciones realmente complicadas. Creada por Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña, también destaca por el buen hacer de los intérpretes, con Vicky Luengo y Hovik Keuchkerian a la cabeza.
Ajedrez y terror
Una de las últimas en estrenarse ha sido Gambito de dama, miniserie que cuenta la vida de una ajedrecista ficticia desde que llega a un orfanato después de la muerte de su madre, hasta que se convierte en la mejor jugadora del planeta. Anya Taylor-Joy pone en jaque mate a los espectadores que asisten a una actuación sobresaliente y a un producto que consigue hacer del ajedrez un juego muy audiovisual.
Por otro lado, en 2020 también ha destacado la serie basada en la novela de Stephen King El visitante, en la que un grupo de investigadores se enfrentan a horrendos crímenes que perpetra un extraño ser. Perturbadora, terrorífica e incómoda, cada capítulo supone bucear en la mente de los diferentes personajes.
Personajes ortodoxos y no tanto
Otra miniserie que ha destacado este año ha sido Mrs. América, en la que la siempre eficaz Cate Blanchett juega el rol de Phyllis Schlafly, una ama de casa que en los años 70 abanderó la lucha contra la causa feminista abanderando los valores familiares tradicionales.
En el lado contrario se halla Deborah Feldman, la mujer que consiguió librarse de las cadenas de una comunidad judía ultraortodoxa neoyorquina. Unorthodox (Poco ortodoxa) es el nombre de esta miniserie que nos descubrió a Shira Haas en el papel de Esther Saphiro, alter ego de la citada Feldman.
Personajes poderosos
Las dos series que completan las diez más destacadas del año están basadas en personajes muy poderosos, aunque solo son reales en una de ellas. Es el caso de The Crown, cuya cuarta temporada conduce al espectador a los años 70 y 80, un momento clave para la monarquía inglesa, ya que supuso el matrimonio del Príncipe Carlos con Diana Spencer. Además, al frente de Reino Unido se puso una mujer dura como “hierro”: Margaret Thatcher.
Por otra parte hay que mencionar The New Pope, que sigue la estela de la magnífica The Young Pope. En ella Paolo Sorrentino mantiene el pulso narrativo y muestra a John Malkovich como nuevo Papa, mientras el anterior -interpretado por Jude Law- sigue en coma. Eso sí, por encima de todos sigue brillando un gran Silvio Orlando en el papel del Cardenal Voiello.