Treinta años después de que le diagnosticaran la enfermedad de Parkinson, Michael J. Fox, el eterno Marty McFly de Regreso al futuro, ha decidido retirarse del mundo de la actuación,
Ya tomó esta decisión hace un par de décadas, cuando --según él mismo ha expuesto en diversas ocasiones-- aún no había asumido lo que le estaba ocurriendo: una de las peores enfermedades que deterioran progresivamente el sistema nervioso. Sin embargo, ahora con 59 años ha considerado que ya no está preparado para seguir con su actividad.
Segundo retiro
“Hay un tiempo para todo, y mi momento de trabajar 12 horas al día y memorizar siete páginas de guion han quedado en el pasado. Al menos por ahora entro en un segundo retiro. Esto podría cambiar, porque todo cambia, pero si esto es el final de mi carrera, que así sea”, ha escrito en su obra No Time Like The Future: An Optimist Considers Mortality.
En ella relata sus experiencias conviviendo con una enfermedad que describe a la perfección en una frase: “No mueres de Parkinson, pero mueres con él”. Así pues, no volveremos a ver a este pequeño actor nacido en Canadá que enamoró a propios y extraños en los años 80, cuando Hollywood se rendía a sus pies, pues unía popularidad a una gran capacidad actoral.
Mejores películas de Michael J. Fox
Como pequeño homenaje bien está hacer un repaso a sus largometrajes más conocidos y celebrados. Y claro está, por encima de todos se encuentra la trilogía de Regreso al futuro, la cual tuvo un éxito sin precedentes que probablemente el propio Michael J. Fox no esperaba --no así los productores, que cuando estrenaron ya avisaban de una segunda parte--.
Fox demostró que era el perfecto Marty McFly, el arrojado joven que viaja treinta años en el pasado, justo cuando su madre debe conocer a su ínclito padre pero termina enamorándose del que trece años después será su tercer hijo. Un ritmo endiablado, escenas míticas, una química brutal con Christopher Lloyd en el papel del doctor Emmet Brown y una banda sonora inolvidable convirtieron a la trilogía dirigida por Robert Zemeckis en una de las más exitosas de todos los tiempos y la gran rampa de lanzamiento de Michael J. Fox.
Dos comedia y un drama bélico
En la carrera cinematográfica de este intérprete hay otros títulos que conviene revisar. Una de ellas es la comedia Teen Wolf, que dio lugar a una serie de animación y más adelante otra de acción real. En la película, el personaje de Michael J. Fox descubre que hay una maldición en su familia: son hombres lobo. Sin embargo, en lugar de ser una bestia sangrienta se convierte en la estrella local de baloncesto. Puro divertimento.
La otra comedia es muy propia de los años 80: El secreto de mi éxito, en la que se mete en la piel de un joven con gran talento para las finanzas que poco a poco se convierte en un directivo. En cuanto al drama bélico Corazones de hierro, Fox cambiaba de registro y se enfrentaba a Sean Penn en una dura historia con una prisionera vietnamita.
Mejores series de Michael J. Fox
Aunque es mundialmente conocido por sus viajes en el tiempo, el actor ha tenido una carrera mucho más prolífica en la pequeña pantalla. No en vano, comenzó a ser popular por la comedia de situación Enredos de familia, en la que participó entre 1982 y 1989.
La serie mostraba a una familia en la que los padres eran mucho más liberales que los hijos, más acostumbrados al republicanismo de Ronald Reagan. Fox hacía el papel del hijo mayor, que chocaba en sus ideas con las de sus amables progenitores.
Después de la enfermedad
Ya con la enfermedad de Parkinson afectándole, el actor comandó el reparto de Spin City, en la que demostró todo su buen hacer frente a las cámaras. En ella se metía en la piel de un teniente de alcalde que hace todo lo posible para que su superior, el propio alcalde, no arruine su carrera.
Spin City le reportó su cuarto premio Emmy, después de los tres que obtuvo por Enredos de familia (el quinto lo ganó con Rescue me). Asimismo, tiene en sus vitrinas cuatro Globos de Oro, tres por Spin City y otro Enredos de familia.